EFE
Astaná, 17 jun (EFE).- El presidente chino, Xi Jinping, firmó hoy un histórico Acuerdo de Buena Vecindad, Amistad y Cooperación con Asia Central, donde defendió el libre comercio frente al proteccionismo estadounidense.
Dicho acuerdo fue suscrito en la capital kazaja, Astaná, al término de la segunda cumbre China-Asia Central, en la que tomaron parte los líderes de las cinco repúblicas centroasiáticas.
Los líderes asiáticos firmaron también un plan de acción para la implementación de la ambiciosa iniciativa de la Franja y la Ruta -la nueva Ruta de la Seda-, que cruza el inhóspito territorio de Asia Central, que limita con Rusia, Irán y Afganistán.
Además, Xi instó a los países de la región a cooperar en la lucha contra el extremismo y el terrorismo, y subrayó que Pekín está interesado en apoyar la modernización de los ejércitos y fuerzas de seguridad centroasiáticos, y en celebrar maniobras militares conjuntas.
En la misma línea, la Unión Europea también abogó por abrir nuevas vías de comercio en la antigua Ruta de la Seda durante la cumbre que celebró en abril pasado en la histórica ciudad uzbeka de Samarcanda, donde anunció una inversión de 12.000 millones de euros.
Una guerra sin vencedores
“En una guerra arancelaria y comercial no hay vencedores. El unilateralismo, proteccionismo y hegemonismo perjudicarán a los demás y a uno mismo”, dijo Xi durante su intervención en el plenario de la cumbre celebrado en la capital kazaja.
Subrayó que sólo “la igualdad de derechos, la justicia, el beneficio mutuo (…) permitirán mantener la paz en todo el mundo y lograr una prosperidad común”.
Xi, cuyo país es el primer socio comercial de las cinco repúblicas centroasiáticas, arremetió contra “la ley de la jungla” en un mundo en constante cambio, en clara alusión al presidente de EE.UU., Donald Trump.
“China está dispuesta a defender junto a los países de Asia Central la justicia internacional y contrarrestar la política de la hegemonía y de la fuerza”, dijo.
A su vez, anunció un préstamo a fondo perdido de 1.500 millones de rublos, más de 200 millones de dólares, para apoyar proyectos sociales de mejora del nivel de vida en los cinco países de la región: Kazajistán, Uzbekistán, Turkmenistán, Kirguistán y Tayikistán.
Cooperación nuclear pacífica
Por su parte, el anfitrión, el presidente kazajo, Kasim-Yomart Tokáyev, con el que Xi firmó el lunes más de una veintena de acuerdos, aseguró que la relación entre Pekín y Asia Central se ha convertido en "una asociación estratégica".
Destacó que China representa el 40 % del comercio exterior de la región, que ronda ya los 100.000 millones de dólares. En el caso de Kazajistán, los intercambios ascienden a 44.000 millones y las inversiones a 26.000 millones de dólares.
"La política de Kazajistán dirigida a atraer inversiones chinas se mantiene firme y coherente. Dicha estrategia no responde a coyunturas políticas", afirmó.
Además, abogó por firmar “en breve” un acuerdo de cooperación nuclear con China, dada la experiencia del gigante asiático en el terreno del átomo pacífico.
La pasada semana Astaná anunció que Rusia construirá la primera central nuclear en la historia del país, mientras China ha sido elegida para construir la segunda planta.
Kazajistán, al igual que Ucrania, renunció tras la caída de la Unión Soviética a su arsenal nuclear.
Tokáyev también propuso a Xi un proyecto de desarrollo conjunto de una terminal de carga en el Caspio, ya que -recordó- el 85 % de las mercancías chinas con destino a Europa transitan por territorio kazajo.
Recursos naturales a cambio de tecnología
A su vez, Xi y el líder uzbeko acordaron hoy acelerar el tendido de la vía férrea entre la región noroccidental china de Xinjiang y la república centroasiática a través de Kirguistán.
Los tres países firmaron hace un año el correspondiente acuerdo intergubernamental sobre un proyecto crucial para reducir el tiempo de trasiego de mercancías entre China y los mercados de Oriente Medio y Europa.
El conocido como CKU, tendrá un coste de 4.500 millones de dólares, 523 kilómetros de longitud y podrá transportar unos 15 millones de toneladas anuales.
Unirá las localidades de Kashgar (China), Jalal-Abad (Kirguistán) y Andiyán (Uzbekistán), y eludirá territorio ruso, ya que conectará con Europa a través de Irán y Turquía, casi mil kilómetros y ocho días más corto.
Mientras, Turkmenistán, país que limita con Irán, se mostró dispuesto a incrementar las exportaciones de gas y electricidad con destino al gigante asiático.
Como contrapartida, todos los líderes regionales exigen a Pekín transferencia tecnológica y cooperación en ámbitos como la exploración del espacio o la Inteligencia Artificial.
Al respecto, Tokáyev recordó que la región acoge el 20 % de las reservas mundiales de uranio, el 17 % de petróleo y el 7 % de gas, además de ingentes tierras y metales raros.
Además de ponerse de acuerdo en trabajar en una estrategia en el formato China-Asia Central para los próximos cinco años, se decidió que la próxima cumbre se celebrará en 2027 en una ciudad china.
Kulpash Konyrova
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