Por Rolf Schraa (dpa)
Düsseldorf/Colonia (Alemania), 30 may (dpa) – La guerra de agresión rusa en Ucrania ha generado un cambio de opinión sobre el servicio militar en Alemania, haciendo que algunos ciudadanos que prestaron el servicio civil sustitutorio cambien de postura.
Thomas Hüser, de 54 años, no cumplió el servicio militar a principios de la década de 1990, sino que prestó el servicio civil como auxiliar de cuidados geriátricos en un centro de Cáritas en la ciudad de Gladbeck, cerca de Essen, en el oeste del país.
Desde la invasión rusa de Ucrania, su opinión sobre el servicio militar ha cambiado: "Ante las amenazas globales, el servicio militar es una cuestión de solidaridad. Solo unas fuerzas armadas fuertes pueden protegernos".
Hüser comunicó la retirada de su objeción de conciencia y declaró su disposición para servir en la Bundeswehr (Fuerzas Armadas alemanas) en caso necesario. Ahora espera una respuesta de las autoridades sobre si será reclutado para el entrenamiento y cuándo. "Estoy muy emocionado", declaró.
Este experto en comunicación y gerente, que ahora dirige una fundición de zinc en Nordenham, en el estado federado de Baja Sajonia, no es el único en su decisión. Un número significativamente mayor de ciudadanos alemanes que eligieron el servicio civil por motivos de conciencia, están retirando ahora su objeción.
El número de retiradas o revocaciones de la objeción de conciencia ha ido en aumento a nivel nacional desde 2022, según una portavoz de la Oficina Federal de Asuntos de Familia y Sociedad Civil en Colonia, en el oeste de Alemania.
Según cifras oficiales, el año en que Rusia inició su invasión a gran escala de Ucrania (2022), se registraron 487 declaraciones de revocación, y en 2023 fueron 536. Tras un nuevo aumento en 2024, a finales de abril de este año se registraron 311, lo que equivaldría a más de 900 a finales de año.
El portavoz del Mando de la Bundeswehr en Renania del Norte-Westfalia en Düsseldorf, Ulrich Fonrobert, se mostró satisfecho con el cambio de opinión. "Por supuesto que hay oportunidades, especialmente en los regimientos de seguridad nacional", afirmó.
Sin embargo, explicó, integrarse en la Bundeswehr como reservista requiere tiempo; por ejemplo, para el control médico, la autorización de seguridad necesaria y, posteriormente, el entrenamiento, que consiste en dos periodos quincenales para reclutas.
Para un hombre de cincuenta y tantos años como Hüser, esto podría ser un reto debido a su edad. Por ejemplo, el Regimiento de Seguridad Nacional 2 de Münster, responsable de Renania del Norte-Westfalia, necesita principalmente hombres y mujeres jóvenes debido a las exigencias físicas de la infantería.
Sin embargo, el factor decisivo es el impulso que estas decisiones generan. "Son modelos a seguir para otros, que a menudo son más jóvenes", enfatizó Fonrobert.
Hüser aseguró que ha recibido mucha atención y aprobación de sus empleados. La junta directiva de su empresa en Suiza también se mostró de acuerdo: "Si tengo que ausentarme unos meses para entrenarme, puedo ir".
El antiguo objetor de conciencia Henner Pasch, presidente de la Cámara de Industria y Comercio de Wuppertal y director de una empresa de informática, también se ha registrado. Ve importantes beneficios en una emergencia: "Hasta ahora no hemos sido muy resilientes en las crisis, como ha demostrado la pandemia de coronavirus".
"Si nos atacan, puedo usar mi experiencia de liderazgo y mis 11.000 contactos en mi móvil para ayudar a organizar la seguridad nacional en Bergisches Land" (comarca del oeste del país), afirmó este hombre de 44 años.
Tanto Pasch como Hüser no son entusiastas de las armas que quieran "jugar a la guerra" a sus años, como ambos enfatizaron. "Nunca he disparado un arma de verdad", dijo Pasch. "Pero cuando nuestra democracia es atacada, no podemos esconder la cabeza como el avestruz", agregó.
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