Cómo puede afectar económicamente a Alemania una retirada de China

Por David Hutzler y Jörn Petring (dpa)

Berlín/Pekín, 2 may (dpa) - Las reivindicaciones chinas de que Taiwán forma parte de su territorio, cada vez más hostiles, ponen a Alemania bajo la espada de Damocles, ya que establecer sanciones si se produce una invasión tendría graves consecuencias para la economía germana.


Recientemente, la influencia china en Alemania fue cuestionada tras un intento de inversión en el puerto de Hamburgo o la presencia de Huawei en la red de telefonía móvil germana y por otros tipos de dependencias con respecto al gigante asiático.


Expertos como Alexander Sandkamp, del Instituto de Economía Mundial de Kiel (IfW), ven la mayor vulnerabilidad de Alemania en las importaciones: materias primas para teléfonos móviles o paneles solares, productos químicos o alimentos. Cita como ejemplo que, en el caso de ordenadores portátiles, el 80 por ciento procede de China.


En lo que respecta a las tierras raras y materias primas clasificadas como críticas por la Unión Europea (UE), la cifra asciende al 85 por ciento, según un estudio reciente del IfW. Aparte de estos grupos de productos concretos, señala la menor dependencia de las importaciones de lo que sugieren las estadísticas comerciales clásicas.


"La pregunta fundamental es: ¿dónde podemos realmente no sustituir a China a corto plazo, y dónde no se ha hecho hasta ahora porque actualmente parece demasiado caro?", plantea Jürgen Matthes, experto del Instituto de la Economía Alemana (IW).


Sandkamp considera sin embargo que aunque algunos productos pudieran adquirirse en otra parte, si todo el mundo occidental, aparte de Alemania, dejara de repente de comerciar con China, volverían a producirse cuellos de botella en los mercados mundiales.


En cuanto a las exportaciones, China pasó del segundo al cuarto puesto como proveedor en 2022, según la Oficina Federal de Estadística. "La situación de dependencia de las exportaciones se ha moderado en los últimos años", afirma Sandkamp.


Jens Hildebrandt, miembro de la junta directiva de la Cámara de Comercio Exterior alemana (AHK) en Pekín, asegura que está claro que el mercado chino es de vital importancia para muchas empresas alemanas, tanto como mercado de ventas como de crecimiento.


Y retirarse, apunta, significaría quedarse atrás en innovación. "Lo que a menudo se pasa por alto es el papel de China como motor de innovación. Las empresas alemanas desarrollan y prueban aquí las últimas tecnologías para el mercado mundial", explica Hildebrandt.


"Debido a la estrecha integración de las empresas alemanas en las cadenas de suministro chinas, una retirada supondría en términos económicos, (...) considerables pérdidas de prosperidad para Alemania", apunta.


Sandkamp evalúa la situación de forma algo menos drástica: "A primera vista, no sería tan costoso a largo plazo". El experto opina que Alemania solo perdería alrededor del uno por ciento de su producción económica, es decir, casi 40.000 millones de euros (43.855 millones de dólares) anuales.


A corto y medio plazo, indica que sería mucho más difícil: cuellos de botella, quiebra de empresas o escasez de productos primarios que retrasarían enormemente la transición energética o la electrificación de la industria automovilística, por ejemplo.


Pero no hay indicios de que las empresas alemanas valoren abandonar China. Bosch, Schaeffler y BASF anunciaron una ampliación de su presencia allí recientemente. También los fabricantes de automóviles siguen apostando por China y por el desarrollo tecnológico allí.


Y, ¿hasta qué punto depende China de Alemania? Matthes afirma que alrededor del ocho por ciento de los puestos de trabajo chinos depende de las exportaciones a Occidente. Y, según sus cálculos, casi todos los aviones, coches o medicamentos de importación proceden de Occidente. Algunos alimentos también tienen su origen en Occidente.


El experto del IW considera crítica la dependencia de China de los semiconductores y máquinas occidentales. Si realmente hubiera un conflicto con Taiwán, señala en ellos un claro objeto de sanciones.