FAO: Cultivar fonio, cultivar tradiciones
FAO
El antiguo cereal y la chef africana empoderan a las agricultoras de Ghana
Tres hermanos de corta edad de una pequeña localidad del noreste de Ghana se despiertan a la mañana encantados con las gachas de fonio que les esperan ese día. Mientras los niños disfrutan de su desayuno, Christabel Kwasi, agricultora de 29 años y madre de tres, se alegra de ver los frutos de su trabajo en las sonrisas de sus hijos. También agradece en silencio haber recolectado lo suficiente para alimentar a su familia de cinco miembros.
El fonio, un antiguo cereal autóctono de África occidental, cultivado tradicionalmente por las mujeres en el norte de Ghana, es la base de la alimentación de Christabel y de muchas familias del distrito de Chereponi. El fonio, una vez hervido, se parece al cuscús y puede consumirse como tal o prepararse en forma de gachas. Incluso puede convertirse en harina para hornear. Es un cultivo versátil en el que han confiado generaciones, como alimento y como medio de vida.
“Me di cuenta de que a mi familia le gusta el fonio, y dependen de él más que de cualquier otro cultivo alimentario”, asegura Christabel. “Nuestros abuelos nos decían que en la época de nuestros antepasados había mucha hambre. Así que el fonio es de los que, aunque no tengas dinero ni para comprar productos químicos [fertilizantes], puedes cultivarlo y alimentarte de él”.
Mientras relata las festividades que rodean la recolección y el consumo de este nutritivo mijo, Christabel expresa su afán por enseñar a la gente de toda Ghana cómo pueden cultivar también el fonio y preparar platos con él.
Con el fonio, “no enseñaré a la gente a tener alimentos un día, sino que les enseñaré a tener alimentos siempre ”, afirma.
Fonio para todo el año
No fue hasta hace un año cuando Christabel se enteró de que podía cultivar fonio también durante la estación seca. Antes pensaba que tenía que esperar a los períodos de lluvias y depender exclusivamente de los arduos métodos tradicionales de cultivo, que a menudo dejaban a su familia con muy poca cosecha durante la estación seca. En Ghana, la escasez de recursos de los agricultores rurales y los métodos manuales de manipulación y elaboración posteriores a la cosecha —realizados en su mayoría por mujeres—, conllevan un proceso exhaustivo que repercute en sus rendimientos.
Sin embargo, un proyecto puesto en marcha recientemente por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en colaboración con la chef Fatmata Binta, famosa en el mundo culinario por llevar la gastronomía africana a la escena mundial, ha permitido a Christabel y a otros agricultores saber que pueden contar con este cultivo durante todo el año. Junto con el Ministerio de Alimentación y Agricultura de Ghana, el proyecto pretende apoyar a las mujeres productoras de fonio de Ghana para que mejoren sus técnicas de cultivo y aumenten la productividad y los ingresos.
“La buena colaboración entre la FAO, la chef Binta y el Ministerio de Alimentación y Agricultura de Ghana ha demostrado que el fonio es una medida eficaz para aumentar la resiliencia, en particular para las comunidades afectadas por períodos prolongados de sequía, como los que estamos viendo ahora en el norte de Ghana. Apoyando una mejor producción de fonio, las comunidades pueden acceder a un cultivo sostenible y resiliente al clima que puede mejorar la seguridad alimentaria y proporcionar nuevas oportunidades para los medios de vida”, asegura Priya Gujadhur, Representante interina de la FAO en Ghana-
El proyecto es una prolongación del trabajo de la FAO y la chef Binta en defensa del potencial del fonio como ingrediente nutritivo y como oportunidad de subsistencia de las agricultoras.
“Hablamos del hambre, hablamos del cambio climático. Y yo veo el fonio como una solución, en especial en África” afirma la chef Binta. “El hecho de poder cultivar algo que requiere tan poco mantenimiento les permitirá alimentar a sus familias, escolarizar a sus hijos y tener dinero suficiente para mantenerse”, añade.
Invertir en las mujeres que cultivan fonio
Mediante sesiones de capacitación sobre mejores técnicas de producción y poscosecha, las productoras de fonio aprendieron a aumentar su rendimiento y a almacenar correctamente sus cereales para evitar la pérdida de alimentos.
Se dedicaron sesiones específicas a métodos de plantación, fertilización y gestión de nutrientes para ayudar a las mujeres a producir más. “Hemos aprendido que no solo se puede cultivar el fonio a voleo [método de cultivo en el que se esparcen las semillas por el suelo]. Se puede cultivar en línea [plantando en hileras]”, explica Christabel, reflexionando sobre lo que ha aprendido. La siembra en hileras requiere menos semillas y la uniformidad hace que las prácticas agrícolas sean más eficaces.
El método tradicional de elaboración del fonio, el mayor reto para las mujeres, exige que machaquen los cereales a mano para trillarlos, aventarlos y secarlos también manualmente. Para reducir al mínimo este proceso, que lleva mucho tiempo y requiere mucha mano de obra, la chef Binta está proporcionando máquinas de elaboración. Y con la capacitación de un agrónomo sobre el manejo de la maquinaria, las mujeres que producen fonio podrán elaborarlo con mejor calidad y en mayores cantidades.
Posteriormente, los conocimientos y técnicas que las mujeres aprendieron sobre un correcto embolsado, envasado y control de plagas mejorarán mucho las prácticas de almacenamiento y reducirán la pérdida de alimentos en esta etapa. De este modo, podrán almacenar adecuadamente sus cereales para consumirlos o venderlos más adelante a lo largo del año.
Otro objetivo del proyecto es sensibilizar a la población sobre el consumo de fonio y difundir sus beneficios a comunidades más allá de Chereponi.
La chef Binta, con sus conocimientos sobre el fonio, está generando confianza y mostrando este potencial. Actualmente trabaja con las mujeres productoras de fonio para crear una cooperativa en la que puedan tener un espacio para colaborar y poner de relieve su producción.
Si se aprovecha el potencial de este cereal y se invierte en las mujeres que lo producen, las familias podrán seguir contando con seguridad alimentaria y mejorar sus medios de vida durante generaciones.
El derecho a la alimentación es un derecho humano universal. Este año estamos promoviendo eso y mucho más. En la comida que nos alimenta debe tenerse en cuenta la diversidad, la nutrición, la asequibilidad y la accesibilidad, así como la inocuidad y la sostenibilidad. Aún hay más de 2 800 millones de personas que no pueden permitirse una dieta saludable. A medida que nos acercamos al Día Mundial de la Alimentación, que se celebrará el 16 de octubre, la FAO hace hincapié en que el derecho a la alimentación, que satisface todos estos pilares, es crucial para una vida y un futuro mejores para todos.
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