Aeropuerto berlinés Tegel revive para recibir a refugiados de Ucrania

Por Marion van der Kraats (dpa)

Berlín, 19 mar (dpa) - El aeropuerto berlinés de Tegel dejó de funcionar hace casi un año y sin embargo por estos días se encuentra lejos del letargo. En el marco de la crisis de Ucrania, sus históricos edificios se transformaron desde hace una semana en albergue para los refugiados de la guerra que llegan a la capital alemana.


Donde antes había pasajeros ansiosos esperando en sus puertas de embarque, ahora hay espacios separados entre sí, cada uno equipado con cinco camas dobles.


En los mostradores de check in hay carteles en los que se lee "Artículos de higiene" o "Comida para animales". Otros especifican, en inglés, los horarios del desayuno, almuerzo y cena. Carritos metálicos transportan grandes jarras térmicas con agua o también té y café.


En una esquina de juego improvisada y en un área de testeo de coronavirus hay dibujos infantiles pegados en los cristales. Una mujer camina llevando a su perro con una correa a lo largo de un pasillo por la Terminal A.


"En tres días despertamos a Tegel del sueño profundo", explica Detlef Cwojdzinski, jefe de proyecto del nuevo centro de arribo TXL para ucranianos.


Y apenas estuvo en condiciones la infraestructura en la vieja terminal principal del aeropuerto, por ejemplo con el suministro de agua potable, ya estaban pernoctando allí los primeros 425 refugiados, entre ellos 105 niños.


Desde entonces, la cifra de camas no para de crecer y entretanto llegó a las 700 plazas. Dos lados de la terminal hexagonal A ya están ocupados y los restantes lo estarán próximamente.


El gobierno regional de Berlín estima que continuarán llegando miles de personas a diario a la capital alemana. En el aeropuerto de Tegel se busca brindarles un alojamiento y atención profesionalizados, entre otras cosas con la ayuda de un nuevo centro de distribución.


La alcaldesa de Berlín, Franziska Giffey, anunció el martes pasado que este centro debía estar operativo a fines de esta semana. Sin embargo, las autoridades del área social no dieron una fecha precisa. "Abriremos lo más rápido que se pueda", señaló el portavoz Stefan Strauss.


Con este objetivo se levantaron tres tiendas durante los últimos días en la pista de despegue. Se prevé que en el centro se registren hasta 10.000 refugiados diarios y se tome inmediatamente una decisión vinculante sobre los estados federados a los que se trasladarán a continuación.


Para ello se necesitarán varios cientos de empleados. Entre otros prestarán ayuda 80 soldados de la Bundeswehr. La dirección del proyecto indicó que los procesos fueron testeados el viernes con los refugiados que arribaron.


La Oficina de Asuntos de Refugiados (LAF) de la ciudad-Estado confía en la capacidad de este nuevo centro de distribución. "Registraremos a muchas más personas que actualmente aún están en los alojamientos temporarios y regulares de la LAF porque de lo contrario no tendrían un techo, y podremos distribuirlas", comentó la portavoz Monika Hebbinghaus.


De acuerdo con estimaciones aproximadas, desde el 7 de marzo han sido registradas unas 6.500 personas que se reportaron por iniciativa propia.


Con las nuevas estructuras en Tegel, los refugiados que continúen viaje ni siquiera deberán ingresar al edificio de la terminal aérea.


Para ellas se levantaron otras tres tiendas en las pistas de aterrizaje. "Las personas son atendidas allí, y -en caso necesario- pueden dormir en ese lugar, antes de seguir", explicó la vocera del centro de llegada, Regina Kneiding.


Las personas que permanezcan en la capital son inicialmente alojadas en la Terminal A. Los refugiados permanecerán un máximo de dos a tres días en Tegel. Se les efectúa un test rápido de coronavirus y luego un breve chequeo médico.


A quien se encuentre sano y no necesite otro tipo de atención se le adjudica una cama. También gatos y perros pueden quedarse. Y allí donde antes se encontraban los negocios de la terminal, ahora se dispuso un centro veterinario del que se encargan un refugio de animales y una asociación protectora.


Al igual que en los centros de vacunación de Berlín, la Cruz Roja Alemana (DRK) es la responsable de la dirección del proyecto en el aeropuerto. Para trabajar en su implementación, la organización recurrió a Cwojdzinski, de 67 años, a quien volvió a convocar pese a estar jubilado.


El ex gestor de crisis de la administración de salud de Berlín ya estuvo involucrado en 2020 en el montaje de los centros de vacunación.


Entre las tareas de Cwojdzinski se encuentra el reclutamiento de personal y la coordinación de las organizaciones humanitarias involucradas. Además del alojamiento, cada una de ellas tiene una tarea adicional.


"Yo ya no quería participar en un proyecto tan grande", admite Cwojdzinski, de 67 años. Pero en vista de su experiencia y sus contactos, le quedó claro que no podía negarse.