Ministro alemán de Economía defiende relaciones con China

Berlín, 11 jul (dpa) - El ministro alemán de Economía, Peter Altmaier, advirtió que no se deben tomar decisiones que repercutan en las relaciones económicas por las acciones del Gobierno chino en Hong Kong, en unas declaraciones que reproduce hoy el "Frankfurter Allgemeine Zeitung".

"Siempre fue política de la comunidad de Estados occidentales, también de la Unión Europea, que las relaciones comerciales internacionales no se pueden basar únicamente en lo democrático que es un país", dijo el político conservador.

"Para el Gobierno alemán, la protección y el respeto de los derechos humanos tienen la máxima prioridad. También se lo estamos dejando claro a China", prosiguió Altmaier.

"Estoy convencido de que países como China solo tendrán éxito económico a largo plazo si garantizan los principios básicos del Estado de derecho", añadió el ministro alemán.

El viernes el Gobierno alemán "invitó" al embajador de China, Wu Ken, al Ministerio de Asuntos Exteriores. El comunicado ministerial aseguró que el secretario de Estado Miguel Berger le explicó una vez más al diplomático chino la posición alemana.

El Gobierno alemán, junto a sus socios de la Unión Europea, volvió a expresar su preocupación por que la nueva Ley de Seguridad china socavara la autonomía de Hong Kong, la independencia del poder judicial y el Estado de derecho, de lo que se hizo eco el diario "Süddeutsche Zeitung".

Sobre la Ley de Seguridad china, Altmaier anunció conversaciones con firmas alemanas que operan en Hong Kong. "Tenemos que ayudar a garantizar que estas empresas y sus empleados, independientemente de su nacionalidad, no estén en peligro", dijo.

Altmaier rechazó las demandas de excluir a operadores chinos de la expansión de la nueva red móvil alemana. "No excluiremos a Huawei de la red 5G. La exclusión solo puede hacerse efectiva si se demuestra que existe una amenaza a la seguridad nacional", advirtió.

La nueva Ley china de Protección de la Seguridad Nacional es considerada una norma dirigida directamente contra las actividades en Hong Kong que Pekín considera subversivas, separatistas o terroristas.

Entre estas actividades se cuenta la búsqueda de la independencia o de "acuerdos secretos" con fuerzas hostiles extranjeras. El movimiento democrático de Hong Kong sigue protestando contra ella.