Escuela alemana recibe calefacción a madera por precios altos del gas

Stadtbergen (Alemania), 21 oct (dpa) - Una escuela de la localidad alemana de Stadtbergen, en el sur del país, instaló de manera provisoria una calefacción de madera debido a los elevados precios de la energía.


Delante de la escuela hay desde hace poco tiempo un contenedor con una calefacción que funciona con virutas de madera. El material combustible los produce la ciudad misma a partir de restos de madera.


La comuna tiene previsto probar la nueva calefacción en los próximos meses. Para ello, explicó el arquitecto de la ciudad Rainer Biedermann, "observaremos cómo evoluciona a lo largo del invierno".


En primavera se decidirá si la ciudad pasa de gas a virutas de madera como combustible en esa escuela de manera definitiva. "Yo creo que se va a establecer y va a valer la pena".


La escuela en Stadtbergen es primaria y media. La calefacción a gas que utilizaba hasta ahora aún seguirá en funcionamiento como reserva, en el caso de que se produzca "un invierno siberiano", explicó Biedermann. Porque entonces se podría calefaccionar adicionalmente con gas.


El material combustible proviene de los bosques y espacios verdes de la ciudad. Todas las podas son convertidas en virutas. Según Biedermann, el corralón de la ciudad ya tiene experiencia en entregar el material como combustible, porque en Stadtbergen ya hay otros grandes edificios con este tipo de calefacción de madera.


El arquitecto aún no puede precisar cuánto ahorrará la escuela de esta manera. Según dijo, eso se podrá saber después del invierno, porque aún no se sabe cómo evolucionará el precio del gas. "Esperamos ahorrar mucho, eso está claro", dijo. "Otro punto importante es dejar atrás los combustibles fósiles".


En ese sentido, Biedermann hizo referencia a que las calefacciones de madera son consideradas neutrales en cuanto a emisiones de CO2, dado que los nuevos árboles vuelven a absorber el dióxido de carbono.


Sin embargo, dado el actual auge de este tipo de calefacciones los críticos también recuerdan que la madera como combustible es menos sustentable de lo que se suponía hasta ahora.