Industria musical alemana aumenta facturación más de un 10% en 2021

Berlín, 20 dic (dpa) - La industria musical alemana salvó la crisis por la pandemia de coronavirus gracias al éxito de los servicios de streaming y al efecto reconfortante del consumo de música, según cifras dadas a conocer hoy.

Para 2021 la industria de la música en Alemania espera un crecimiento de la facturación de dos dígitos, como ya se insinuó en las cifras semestrales, que registraron un aumento del 12,4 por ciento.

"Actualmente partimos de la base de que el muy buen crecimiento en el sector del streaming continuará, que el vinilo seguirá atrayendo a sus fans y eventualmente el CD ya disminuya tanto, en lo que tradicionalmente tiene un papel importante el negocio navideño", dijo a dpa el presidente de la junta directiva de la Federación de la Industria de la Música (BVMI), Florian Drücke.

"Este entorno podría llevar a un buen ejercicio 2021, para el que el sector espera un crecimiento de dos dígitos", añadió.

Según el balance del año 2020, los servicios de streaming supusieron un 63,4 por ciento del mercado musical alemán, la venta de CDs cayó a un 21,6 por ciento. Los vinilos supusieron un 5,5 por ciento y las descargas digitales un 4,2 por ciento.

Drücke subrayó que está claro que a pesar de la pandemia la industria musical tiene una elevada resiliencia "por la fortaleza del mercado digital". "Si esto hubiera pasado entre cinco y diez años antes, nos habría deshecho", agregó.

El presidente de la junta directiva de BVMI dijo que el sector tiene "desde hace años un muy buen crecimiento" en el sector del streaming. Explicó que, al principio de la pandemia, de repente se escuchaba menos música debido a que el traslado al trabajo y de vuelta a casa había desaparecido para muchas personas que ya no utilizaban ese tiempo para escuchar música. "Eso se normalizó rápidamente", añadió.

El directivo de la industria musical subrayó que en el sector de la música en vivo y los clubes reina la consternación. "Allí la necesidad es muy grande". Además, en los momentos de confinamiento disminuyó drásticamente el consumo de música en las peluquerías, los cafés, los restaurantes y otras tiendas, lo que llevó a pérdidas considerables en los ingresos por derechos y aún acarreará más, según Drücke.

"La música tuvo para las personas un efecto sanador, emocional, que los ayudó a sobrellevar la pandemia", dijo Drücke.

Así, hicieron uso de las ofertas musicales digitales, por ejemplo de los streamings en vivo o del descubrimiento o redescubrimiento de discos. "Ese fue un efecto que estabilizó nuestro sector y en parte también contribuyó al crecimiento", indicó.

El reporte actual de la organización internacional que agrupa a la industria musical (IFPI) "Engaging with Music 2021", para el que fueron encuestadas 43.000 personas de entre 16 y 24 años en 21 países, indica que el consumo musical aumentó en Alemania de 19,1 horas por semana (2019) a 19,3 horas. La media mundial fue de 18,4 horas. Según IFPI, eso corresponde a 386 canciones de tres minutos por semana.

El uso de abonos pagos de streaming fue mayor en los más jóvenes. Entre los 16 y los 24 años, se situó en un 73 por ciento. Entre los 25 y los 34 años, en un 68 por ciento. Alemania se ubicó en el cuarto lugar del ránking de países que más uso hacen del streaming pago detrás de México, Suecia y Brasil.

Para el sector también es interesante el efecto positivo de la música constatado por IFPI. El 85 por ciento de los encuestados en Alemania dijo que durante la pandemia la música les aportaba "alegría y felicidad". Un 76 por ciento dijo que la música en tiempos de crisis contribuyó a su "bienestar emocional", sobre todo entre jóvenes de entre 16 y 19 años.

En cuanto a los streamings en vivo de conciertos, un quinto de los encuestados en Alemania (19 por ciento) consumieron música de esa manera. Un 57 por ciento dijo que seguirá consumiendo streamings en vivo aún cuando ya sea posible asistir a los shows presencialmente. Para un 46 por ciento, los streamings son "una alternativa extraordinaria" ya que tienen dificultades para asistir personalmente a los conciertos.