En Venezuela los supermercados llenos y los consumidores no tienen dinero para comprar



 EMISORA COSTA DEL SOL

En los últimos meses, la imagen de supermercados abarrotados de productos en Venezuela ha capturado la atención tanto de locales como de medios internacionales. Desde productos de primera necesidad como arroz, harina y aceite, hasta artículos no alimentarios como electrodomésticos y ropa, los estantes están sorprendentemente abastecidos. Sin embargo, este fenómeno contrasta drásticamente con la realidad económica de muchos venezolanos, quienes enfrentan una de las peores crisis económicas del mundo.

Supermercados llenos y salarios vacíos la paradoja que viven los venezolanos.

Un claro ejemplo de esta contradicción es la historia de Juan Pérez, un trabajador de 35 años que gana apenas 3.5 dólares al mes. Su salario, que se encuentra muy por debajo del costo de vida, no le permite acceder a los productos que ahora inundan los supermercados. Por ejemplo, una bolsa de arroz puede costar más de 2 dólares, lo que significa que Juan tiene que elegir entre comprar alimento o cubrir otras necesidades básicas como transporte y medicamentos.

La paradoja de contar con supermercados llenos mientras una gran parte de la población vive en la pobreza extrema subraya la profunda crisis económica que afecta al país. La hiperinflación, que ha llegado a niveles alarmantes, ha erosionado el poder adquisitivo de los ciudadanos.

A pesar de que en 2021 y 2022 se observó un crecimiento moderado en algunos sectores, los beneficios no han llegado a todos. Las políticas económicas implementadas por el gobierno, incluidas las medidas de control de precios y la dolarización informal, han generado un mercado peculiar: productos abundantes pero inaccesibles para la mayoría.

La falta de empleos bien remunerados es otro de los factores que perpetúa esta situación. Muchos venezolanos se ven obligados a buscar trabajos informales, lo que implica largas horas de trabajo y aún así ingresos insuficientes. Algunos recurren a la economía colaborativa o al comercio informal, vendiendo productos en la calle o realizando pequeños servicios para complementar sus ingresos.

Además, la migración masiva de venezolanos en busca de mejores oportunidades en el extranjero ha dejado un vacío en el mercado laboral. Los que quedan enfrentan la presión de mantener a sus familias, muchas veces con remesas que no siempre son suficientes.

Mientras tanto, la vida diaria para muchos venezolanos se convierte en un constante acto de malabarismo. Para Juan, las compras se transforman en un verdadero desafío; sus visitas al supermercado son rápidas y estratégicas, priorizando lo esencial y dejando de lado artículos que alguna vez fueron comunes en su hogar.

El futuro para Venezuela es incierto, y aunque hay indicios de recuperación en algunos sectores, el camino hacia una estabilidad económica real es aún largo.

En un país donde los supermercados están llenos pero la mayoría no puede permitirse lo que hay en ellos, la lucha por la supervivencia diaria continúa.

En declaraciones ofrecidas por presidente de la Asociación Nacional de Supermercados y Autoservicios (ANSA), Ítalo Atencio, expresó que la diferencia entre el tipo de cambio oficial y el paralelo ha generado cierta presión en el mercado.

Atencio explicó que esta situación crea un escenario complejo para los supermercados, pues deben balancear la necesidad de mantener la rentabilidad con la presión de la competencia: O suben los precios o dejas la rentabilidad en la mesa. Si suben los precios, como hay más competencia, puedes quedar fuera del mercado en esos productos, señaló.

El líder de ANSA se mostró confiado en que la esta diferencia se irá reduciendo con el tiempo: vamos a manejar esto pensando que en el tiempo esta brecha (cambiaria) se va a acortar, indicó.

Atencio mencionó que el sector ha solicitado a sus aliados comerciales un período de ajuste para enfrentar esta situación.

Para lograr una mayor estabilidad, el gremialista considera fundamental que se implemente un deslizamiento controlado en el tipo de cambio oficial. Este mecanismo, según él, permitiría que el mercado se adapte a los nuevos valores del tipo de cambio y que los precios se ajusten de manera gradual.

Soluciones apresuradas podrían generar aún más distorsiones, advirtió, haciendo hincapié en la importancia de un proceso de ajuste paliativo.

A pesar de los desafíos que enfrenta el sector, Atencio también destacó el crecimiento que ha experimentado hasta septiembre de 2024, con un aumento del 7% en la cantidad de unidades vendidas en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Del mismo modo, también abordó el tema de la expansión del sector, señalando que la saturación del mercado es un escenario que eventualmente llegará, pero que todavía se encuentra lejos de la realidad actual.

Lapatilla.com