Ministro alemán admite fracaso de integración de agresor somalí


Wurzburgo, 30 jun (dpa) - El ministro alemán del Interior, Horst Seehofer, admitió que el caso del somalí que dio muerte a tres mujeres en el sur del país era un ejemplo del fracaso de los intentos de integrar a los migrantes.

"Si un joven vive en un albergue para indigentes durante seis años sin que nadie se percate ni se preocupe, entonces no puedo estar satisfecho con nuestra política, hay una falta de conciencia", dijo el ministro en declaraciones que reproduce hoy el diario "Augsburger Allgemeine".

El alcalde de Wurzburgo, Christian Schuchardt, se expresó en términos similares, que recoge hoy el rotativo "Süddeutsche Zeitung": "Si acogemos a personas con biografías muy difíciles, está claro que no es fácil, también pueden necesitar algún tipo de acompañamiento".

Si se establece que algunos migrantes, como el somalí, que mató a tres mujeres e hirió a siete personas en Wurzburgo, "no han sido suficientemente acompañados por el Estado, esto debe cambiar de forma fundamental en el futuro", urgió.

"Pero también está claro que el proceso de integración lleva décadas y que la población local también necesita tiempo para acostumbrarse a una sociedad más variopinta", recalcó el mandatario comunal.

"Pero el proceso está ocurriendo, de una manera u otra. Tenemos que darle la mejor forma posible".

Hasta ahora, no está claro qué llevó al somalí a atacar el viernes pasado a personas que aparentemente no conocía. "Tenemos indicios de que el autor tenía inclinaciones islamistas. Al parecer, a esto se añade un trastorno psicológico", declaró Seehofer.

Lo que más le preocupaba del caso, dijo, era cómo podía ser que un hombre de 24 años que estaba legalmente en Alemania estuviera viviendo en un albergue para indigentes después de seis años en el país.

"Es algo que no podemos tolerar". Seehofer opinó que los gobiernos federal y regionales deben considerar si es necesario intensificar los esfuerzos de integración.

A mismo tiempo, el titular de Interior advirtió que el extremismo y el terrorismo siguen suponiendo una amenaza en Alemania.

"No quiero asustar a la gente, pero tampoco debemos restar importancia a los peligros", aclaró, y mencionó entre estos a los islamistas, los extremistas de derecha e izquierda, así como de los llamados ciudadanos del Reich, que no reconocen la legitimidad del Estado.

El agresor de Wurzburgo tenía antecedentes policiales antes del ataque del viernes y estaba temporalmente en tratamiento psiquiátrico.

La Oficina de Policía Criminal de Baviera tiene previsto encargar un informe psiquiátrico para aclarar si el inmigrante no estaba en posesión de sus plenas facultades mentales cuando cometió el crimen y debe ser internado en un hospital psiquiátrico.

El somalí está legalmente en Alemania y goza de la llamada protección subsidiaria.

Paralelamente, los investigadores están examinando un vídeo en el que el somalí relata un ataque racista en Chemnitz, en el este del país, en 2018. "Es una pista", dijo hoy en Múnich un portavoz de la policía criminal.

Se trata de un vídeo publicado en 2018 por el grupo mediático Funke. El abogado del somalí, Hanjo Schrepfer, confirmó al diario "Die Welt" que uno de los hombres entrevistados en el vídeo era su cliente. En el extracto, este último relata cómo fue testigo de una agresión racista.

Chemnitz ocupó los titulares internacionales en 2018 debido a ataques racistas contra extranjeros que se produjeron tras la muerte de un alemán en una pelea con refugiados en esta ciudad.

El somalí llegó Alemania durante la entrada masiva de refugiados en 2015 y fue registrado por primera vez en Chemnitz, donde vivió durante algún tiempo, según la policía.