Movimiento Fridays for Future llega a teatro de Múnich

Por Cordula Dieckmann (dpa)
Múnich, 27 sep (dpa) - Desde hace un año, jóvenes de todo el mundo participan en las huelgas climáticas cada viernes, motivados por la activista sueca de 16 años, Greta Thunberg, y su movimiento contra el cambio climático.


Las manifestaciones de Fridays for Future se han convertido en un movimiento global, ya que cientos de miles de personas a nivel mundial salen a la calle en señal de protesta para reclamar medidas contra el cambio climático.

El tema ha llegado incluso al teatro, concretamente al Teatro Joven de Gotinga, al Teatro Estatal de Mecklemburgo o el Teatro Estatal de Saarland.

Ahora, la sala Kammerspiele de Múnich, bajo la dirección de Matthias Lilienthal, se une a la tendencia y pone en escena las protestas climáticas. "Estos adolescentes salvarán el futuro" es el nombre de la obra en la que participan alumnos y estudiantes, que se estrena hoy en la Casa de la Cultura de Múnich.

Fridays for Future es una de las protestas más importantes de los últimos 50 años en Alemania, nos alegra poder representarla en las tablas", dijo Lilienthal, quien frecuentemente representa en el teatro temas actuales.

Las personas que participan en la obra, a las que la directora Verena Regensburger conoció en manifestaciones, tienen entre once y veinte años. En ellas, la directora no se encontró con el cliché de una juventud egocéntrica sin interés en la política.

Durante meses trabajó con los jóvenes comprometidos con la obra, que investigaron, invitaron, vieron películas, leyeron y discutieron mucho.

Una de ellas, Thyra, llegó al teatro a través de una manifestación en Múnich. "Fui porque desde hace tiempo es un tema importante para mi", dijo la chica de 20 años, quien se sintió abrumada por el sentimiento de comunidad de Fridays for Future.

"Parece como una clase gigante, donde la gente se entiende perfectamente y sale a la calle por los mismos objetivos", añadió.

Desde entonces, ella misma ha cambiado muchas cosas, también gracias al impulso del teatro. Prefiere intercambiar ropa en vez de comprarla nueva, y la fruta y la verdura la compra en el mercado.

"Lo ponen directamente en mi bolsa", tal y como se solía hacer antes de la llegada industrial del plástico. "Tenemos que aprender lo que hacían nuestros abuelos, eso sí era sostenible", opinó la veinteañera.

A Ira, otra de las participantes, el teatro también le ha dado que pensar. La estudiante de 17 años está convencida de que Fridays for Future mueve ideas.

"Claro que habrá gente que vaya y luego se compren un café en Starbucks, o vaya a las manifestaciones con una bolsa de Primark en una mano y un cartel de protesta en la otra", dijo.

El teatro, al contrario que las manifestaciones, les pone una cara a los jóvenes. "Los individuos se hacen visibles con sus esperanzas, sus miedos, su ira, sus demandas", explica la directora. Los actores involucran a los espectadores y los provocan.

"Uno entra en complicidad", dijo Regensburger.