De cómo llegó el "Santo Entierro" de Caravaggio a Múnich

Múnich, 16 abr (dpa) - La pintura al óleo "Santo Entierro" del maestro italiano Caravaggio, uno de los tesoros de los Museos Vaticanos, se expondrá desde mañana, en una muestra de la Vieja Pinacoteca de Múnich.


La presencia de esta obra en la Pinacoteca es el resultado de un hábil manejo diplomático de los bávaros y del Museo Central de Utrecht destinado a recoger obra para la exposición "Utrecht, Caravaggio y Europa" que se podrá visitar hasta el 21 de julio en Múnich.

Nunca antes se vio esta obra en Alemania, según la Pinacoteca. ¿Cómo lograron entonces convencer al Vaticano de este préstamo? No fue con una simple solicitud. Habrían obtenido un contundente "no" como respuesta, señaló el curador Bernd Ebert.

En vez de eso, los dos museos recurrieron a la diplomacia y contactaron a sus cardenales, el arzobispo de Múnich y Frisinga, Reinhard Marx, y el arzobispo de Utrecht, Willem Jacobus Eijk.

Ellos intercedieron a favor de la solicitud ante el Vaticano, al igual que lo hicieron las embajadas de Alemania y Holanda ante la Santa Sede.

Finalmente, llegó la aprobación aunque sólo por cuatro semanas en cada ciudad. El "Santo Entierro" ya fue expuesta en Utrecht y sólo podrá verse hasta el 19 de mayo en Múnich. Las demás obras seguirán expuestas hasta el 21 de julio.

Aún cuando la policía ya haya escoltado a la valiosa pintura en su regreso a Roma, la exposición en la Vieja Pinacoteca de Múnich mantiene un gran interés.

Hay obras de Nicolas Régnier, Gentileschi o Simon Vouet. Y también se podrá ver otro óleo de Caravaggio, "La adivina", también muy apreciado, según explicó Ebert. Los Museos Capitolinos reciben seis solicitudes de préstamo semanales por esta obra, dijo.

La muestra presenta la influencia que Caravaggio tuvo sobre otros pintores, los denominados "caravaggistas", en particular sobre los holandeses Hendrick ter Brugghen, Gerard van Honthorst y Dirck van Baburen que se habían trasladado a Roma en torno al año 1610.

A estos pintores les fascinó el carisma de sus cuadros, pero también el movimiento de las figuras y el apasionante juego entre luz y sombra. Una técnica que luego refinaron en sus propias pinturas con estilo propio.

Michelangelo Merisi da Caravaggio (1571-1610) pintó el "Santo entierro" entre los años 1602 y 1603 para la capilla familiar de Girolamo Vittrice en la Chiesa Nuova en Roma.

Según su contemporáneo, el biógrafo y pintor Giovanni Baglione, se trata de la obra más significativa del maestro milanés.