Secretario de Estado de EE.UU. exige a Alemania parar gasoducto


El secretario de Estado de EE. UU. exigió hoy a Alemania la paralización del gasoducto Nord Stream 2, que transportará gas ruso a través del mar Báltico, y amenazó con sanciones para paralizarlo.

Bruselas, 23 mar (dpa) - El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, exigió hoy a Alemania que detenga el proyecto de gasoducto Nord Stream 2 en el mar Báltico y no descartó la posibilidad de imponer nuevas sanciones para evitar que el proyecto se lleve a término.

Blinken, en su primera visita a Europa después de asumir el cargo, recalcó que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, había dicho con anterioridad y con claridad que creía que el proyecto era una mala idea, tanto para Europa como para Estados Unidos.

El nuevo secretario de Estado estadounidense dijo también que el proyecto Nord Stream 2 va en contra de los propios objetivos de seguridad energética de la Unión Europea y que el gasoducto puede socavar los intereses de Ucrania, Polonia y otros socios o aliados cercanos.

Blinken añadió que esperaba que la disputa sobre el gasoducto estuviera presente en su primera reunión física con el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, que tendrá lugar al margen de la reunión de la OTAN prevista para hoy.

Agregó que estaba seguro de que tendría la oportunidad de reiterar la posición de Estados Unidos sobre el proyecto Nord Stream 2, y citó la imposición de sanciones por parte de su país a las empresas que participan en los trabajos para completar la construcción del oleoducto.

Las exigencias de Estados Unidos son especialmente significativas porque ya está construido más del 90 por ciento del gasoducto, que incluyen dos tramos de 1.230 kilómetros de longitud. En el futuro deberá transportar anualmente 55.000 millones de metros cúbicos de gas natural de Rusia a Alemania.

Estados Unidos justifica su rechazo a Nord Stream 2 por lo que considera una excesiva dependencia del gas ruso por parte de sus socios europeos y en enero ya impuso sanciones a una empresa implicada en la construcción.

Los defensores del gasoducto, por su parte, señalan las amenazas de Estados Unidos como una estrategia para vender su gas licuado de forma más ventajosa en Europa.