ES_Noticias_Comunicado de prensa
La FAO acoge con agrado la decisión de las Naciones Unidas de establecer el Día Internacional de la Dieta Mediterránea
Las dietas territoriales pueden ofrecer numerosos beneficios para la salud humana, el medio ambiente y la cohesión social
19/12/2025
Roma - - La decisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas de designar el 16 de noviembre como Día Internacional de la Dieta Mediterránea es una iniciativa bien recibida y destinada a ayudar a fomentar el aprecio y la sensibilización sobre la importancia de las dietas saludables, la sostenibilidad y las tradiciones territoriales en el mandato básico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), a saber, el logro de la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición.
La FAO desempeñará la función principal en el apoyo a las iniciativas para celebrar el Día Internacional, que la Asamblea General tomó en consideración tras la aprobación de la propuesta en el 44.º período de sesiones de la Conferencia de la FAO, celebrado este año.
Italia presentó la resolución de la Asamblea General, formulada para contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en nombre de un grupo de países mediterráneos que actuaron como patrocinadores principales: Armenia, Chipre, Croacia, España, Francia, Grecia, Italia, Líbano, Malta, Marruecos, Montenegro, Portugal, San Marino y Túnez.
Para la FAO, el reconocimiento constituye una oportunidad para hacer hincapié en que las dietas territoriales, arraigadas en la historia, las economías locales y los recursos y límites climáticos y ambientales a largo plazo, pueden ofrecer beneficios para la salud humana y la sostenibilidad, así como oportunidades para hacer frente a desafíos como, por ejemplo, las pérdidas y el desperdicio excesivos de alimentos y el problema cada vez mayor de la obesidad.
En consonancia con el mandato de la FAO, las medidas y planes para el Día Internacional de la Dieta Mediterránea celebrarán la diversidad de hábitos dietéticos saludables a escala mundial, arraigados en las tradiciones locales. El cuidado de este tipo de dietas está respaldado por la labor que realiza la FAO con los países, proporcionando asistencia técnica, promoviendo la cooperación internacional y sensibilizando sobre la importancia de una producción alimentaria diversificada, desde las plantas al ganado y la pesca, para permitir que todas las personas tengan acceso a dietas saludables y su consumo.
La FAO colabora desde hace mucho tiempo con su país anfitrión, Italia, para conservar y proteger la dieta mediterránea en torno a su región nativa.
Qué es, qué importancia tiene y qué amenaza su existencia
Los beneficios de la dieta mediterránea para la protección de la salud son bien conocidos desde hace decenios, tras la innovadora investigación de Ancel Keys en los años 60, cuando documentó sus efectos protectores frente a la cardiopatía coronaria. También está relacionada con una incidencia menor de diabetes, algunos tipos de cáncer y depresión.
Hace más de un decenio, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reconoció la dieta mediterránea como patrimonio cultural inmaterial y subrayó su importancia cultural, nutricional y social.
Aunque la dieta mediterránea tiene numerosas variantes regionales, los principios básicos son los mismos: hace hincapié en el consumo de frutas y hortalizas frescas, otorga prioridad al grano integral, los frutos secos, las leguminosas y el aceite de oliva, incluye un consumo moderado de productos alimenticios marinos, aves de corral, productos lácteos, carne y huevos, y limita los dulces.
La FAO está en proceso de creación de SABIR, un centro de conocimientos para reunir recursos clave sobre los hábitos dietéticos mediterráneos y los beneficios de seguir los principios de estos hábitos para la nutrición, la salud y el medio ambiente.
Existen numerosos datos objetivos que muestran que este patrimonio se está erosionando debido a la globalización, la urbanización y los nuevos hábitos de consumo y estilos de vida. Actualmente, muchos de los países de la región del Mediterráneo también se enfrentan a tasas de sobrepeso y obesidad superiores a la media en niños y adultos.
El corazón de la dieta mediterránea, y de muchas otras dietas territoriales, es una institución social que incluye un conjunto de competencias, conocimientos, rituales, símbolos y tradiciones en relación con la plantación y la cosecha de cultivos, la pesca, la ganadería, la conservación, la elaboración, el cocinado y, en particular, el intercambio y consumo convivencial de los alimentos. Esta dieta está respaldada por una sociología integral en la que la hospitalidad, el diálogo intercultural y las formas de vida se rigen por el respeto a la diversidad. El importante papel de los ingredientes frescos requiere interacciones más frecuentes y a pequeña escala, tanto informales como basadas en los mercados, que vinculan la institución con cadenas de suministro más cortas.
A través de la creación del Día Internacional, la FAO espera sensibilizar en mayor medida y fomentar las inversiones y las iniciativas para conservar los hábitos dietéticos saludables y las tradiciones sociales y de producción que los posibiliten e impulsen.

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