Ministra alemana ve "difícil" un compromiso sobre reforma de asilo de UE



Luxemburgo, 8 jun (dpa) - La ministra alemana del Interior, Nancy Faeser, calificó hoy de difícil la aceptación del compromiso sobre la reforma de asilo de la Unión Europea (UE) tal y como está actualmente planteada.


"Para Alemania, las normas de derechos humanos están en primera línea", subrayó Faeser en Luxemburgo antes de la reunión del Consejo de ministros del Interior de la UE.


La reunión de ministros del Interior busca iniciar una reforma del sistema europeo de asilo pero aún no está claro si una mayoría suficientemente amplia de países respaldará las propuestas legislativas.


Según fuentes diplomáticas, una cuestión crucial es cómo se posicionará el Gobierno de coalición alemán.


En las conversaciones previas a la reunión de ministros del Interior, el Gobierno alemán exigió que las familias con niños quedaran exentas de los nuevos y estrictos procedimientos fronterizos. Una gran mayoría del resto de Estados, sin embargo, se opone vehementemente a ello porque ve peligrar el carácter disuasorio de tal normativa.


Faeser negó que el previsto endurecimiento de la ley de asilo fuese un punto de discordia en la coalición gubernamental alemana compuesta por socialdemócratas (SPD), partido al que ella pertenece, Los Verdes y los liberales del FDP.


"Bueno, no es un punto de discordia porque tenemos una posición común como coalición", aseguró. Y agregó que esa posición consiste en defender normas estrictas de derechos humanos y la protección de los niños.


El Consejo de ministros del Interior de la UE debatirá hoy sobre los borradores legislativos que la actual Presidencia sueca del Consejo de la UE ha preparado basándose en propuestas de la Comisión Europea.


En concreto, las propuestas suponen un planteamiento mucho más rígido. Así, las personas que lleguen a la frontera externa de la UE procedentes de países considerados seguros serían enviadas a centros de acogida estrictamente controlados, donde en un plazo de doce semanas se examinará si tienen posibilidades de obtener asilo. En caso negativo, serían devueltos inmediatamente a su país.


Además, la solidaridad con los Estados miembros más abrumados en las fronteras exteriores de la UE dejaría de ser voluntaria y pasaría a ser obligatoria. Los países que no quieran acoger refugiados se verán obligados a pagar compensaciones.