Miles de personas en Suiza caen en la pobreza al jubilarse

 https://www.swissinfo.ch/ - Pauline Turuban

Con sus exiguas pensiones, sin prestaciones complementarias ni ahorros, Bernard y Pierrette Apothéloz atraviesan verdaderas dificultades para pagar sus facturas. Su situación económica no les permite hacer frente a ningún imprevisto. “Estamos siempre con el agua al cuello”, dice él, “muy agobiado” por el dinero. Estos últimos años la pareja ha visto con angustia cómo ha aumentado el coste de la atención sanitaria y de la mayoría de los productos básicos.  


Bernard y Pierrette nos han recibido en su pequeño piso de Neuchâtel durante una de sus citas con una trabajadora social de Pro Senectute. Se trata de una organización comprometida con la dignidad de las personas mayores y que ofrece asesoramiento socialEnlace externo y ayuda a mayores con problemas económicos.


En los cinco años que lleva jubilado, el matrimonio ya ha experimentado la desesperación de no poder pagar una factura del dentista o de no saber cómo llenar el plato. “Estábamos a final de mes y no teníamos ni 20 francos para hacer la compra. Aunque solo lleves lo necesario, con eso hay que hacer verdaderos malabares”, reconoce Pierrette Apothéloz.


La pareja ha recortado todos los gastos no esenciales. “No puedo hacerle más regalos a mi mujer”, se lamenta Bernard Apothéloz, que ha restringido todas sus aficiones, salvo el club de cartas una vez a la semana y “un café o una cerveza de vez en cuando”. Cuando va a la ciudad, siempre lo hace a pie. Su mujer solo se permite el tabaco. Así que ambos se encierran en sí mismos porque recibir en casa resulta demasiado caro, y “quizá también por complejo” frente a las amistades con una posición más acomodada.   


Casi el 9 % de las personas mayores de 65 años afirma tener grandes dificultades para llegar a fin de mes, según la Oficina Federal de EstadísticaEnlace externo (OFE).


La jubilación recrudece y amplifica las situaciones  

Un reciente estudioEnlace externo encargado por Pro Senectute calcula que más de 200 000 personas jubiladas (casi el 14 %, frente al 6 % de la población activa) viven con unos ingresos inferiores al umbral de la pobreza y otras 100 000 están en el límite. En total, una de cada cinco personas mayores puede considerarse pobre o en riesgo de caer en la pobreza.


Las mujeres, las personas con un nivel de estudios bajo y quienes han llegado del extranjero padecen mayor riesgo que el resto de la población. Para Rainer GabrielEnlace externo, investigador del Instituto para la Diversidad y la Integración Social de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Zúrich (ZHAW), es probable que todos esos perfiles hayan tenido empleos de ingresos bajos o carreras profesionales fragmentadas, lo cual más adelante se refleja en una pensión muy baja.    

Antes de jubilarse, Bernard Apothéloz trabajaba haciendo inventarios en quioscos. Ganaba al mes unos 4 800 francos, un sueldo que —aunque apenas le permitía ahorrar (en Suiza el salario medio actual es de unos 6 700 francos)— le mantenía “siempre sin deudas”. Hoy con 4 800 francos al mes tienen que vivir dos personas.