Termina la famosa Pasión de Cristo en ciudad alemana de Oberammergau

Oberammergau (Alemania), 2 oct (dpa) - Unos 412.000 espectadores habrán visto este año la mundialmente famosa Pasión de Cristo, que interpretan aficionados de la ciudad alemana de Oberammergau, cuando caiga el telón esta noche.


Tras más de cien representaciones, hoy es la última vez que se representará el sufrimiento, la muerte y la resurrección de Jesucristo.


Está previsto que asistan a la función, entre otros, el arzobispo de Múnich y Frisinga, cardenal Reinhard Marx, junto con obispos de la Conferencia Episcopal Alemana.


Una y otra vez la obra tuvo que lidiar con bajas por coronavirus, a pesar de que se realizaban tests todos los días. Muchas veces hubo que improvisar y reemplazar actores, pero nunca se suspendió ninguna función.


En promedio se vendieron el 91 por ciento de las entradas para cada función, más de lo esperado. Para la comunidad ubicada en Alta Baviera quedarán ganancias millonarias. Una parte de lo recaudado se invertirá en la Pasión 2030, cuyos preparativos comenzarán ya en dos años.


Por el momento no se sabe si entonces se ocupará una vez más de la dirección escénica Christian Stückl, quien dirigió la obra este año por cuarta vez. Stückl, de 60 años, que también es director artístico del Teatro del Pueblo de Múnich, solo dijo que hay muchas dudas sobre el futuro de la Pasión.


A causa de la pandemia, Stückl postergó dos años la representación prevista para 2020. La pequeña ciudad de montaña pone en escena este espectáculo interpretado solo por aficionados cada diez años. Entre otras cosas, se destaca por las escenas con cientos de personas como el Juicio a Jesucristo.


Para este año, Stückl desarrolló más los papeles y trabajó otra vez con organizaciones judías. En 1990 renovó completamente el espectáculo y lo liberó de contenidos antisemitas. Una vez más, hizo cantar en hebreo la "Shemá Israel", una de las principales plegarias judías. Y Jesús y sus discípulos llevaron kipá. 


Este año, en un mundo alterado, Stückl mostró a un Jesús a veces combativo y en parte furioso, que llama a la resistencia pacífica y desespera con la humanidad.


En 1633 los habitantes de Oberammergau prometieron representar la Pasión de Cristo cada diez años en un voto contra la peste.