Ministra alemana de Defensa: "Amenazas rusas no deben paralizarnos"

Chisináu, 1 oct (dpa) - La ministra alemana de Defensa, Christine Lambrecht, pidió hoy en una visita a Moldavia que los países de Occidente sigan apoyando a Ucrania y no se paralicen ante las amenazas rusas de utilizar armas nucleares.


Alemania se toma muy en serio las advertencias, dijo la dirigente socialdemócrata en Chisináu, tras una reunión con su homólogo moldavo, Anatolie Nosatii.


Al mismo tiempo, Lambrecht prometió a Moldavia más apoyo para equipar y entrenar al ejército del país. La ministra mencionó específicamente el deseo de Moldavia de adquirir drones y también dijo que Alemania ayudará a asegurar y destruir viejas municiones de la época soviética.


Sobre la escalada de declaraciones del presidente ruso, Vladímir Putin, Lambrecht dijo: "Tenemos que estar muy atentos. Pero también es importante no dejarse paralizar por esas amenazas".


"Esto no debe llevarnos a relajar nuestro apoyo a Ucrania". Ahora hay que estar "atentos, reaccionar con mucha prudencia y también asegurarse de que no hay una escalada mayor", añadió.


Por otra parte, Lambrecht mostró sus reservas tras el anuncio del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de solicitar la adhesión acelerada a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tras la anexión de cuatro territorios de su país por parte de Rusia.


Ucrania es libre de elegir la alianza en la que se sienta cómoda. Pero la adhesión a la OTAN está vinculada a ciertas condiciones. La cuestión se debate ahora en el círculo de los 30 Estados miembros, comentó.


En general, un requisito previo para ingresar en la alianza es que el país candidato no esté implicado en conflictos internacionales ni en disputas sobre demarcaciones fronterizas.


Lambrecht añadió que es importante que el Gobierno alemán apoye a Moldavia en el suministro de energía, también contra los intentos rusos de desestabilizar el país.


Moldavia es uno de los países más pequeños de la frontera con Ucrania y se ha visto muy afectado por los movimientos de refugiados del país vecino, pero también por las consecuencias de la pandemia de coronavirus y la crisis energética.


Desde que comenzó la guerra rusa contra Ucrania, el 24 de febrero, unos 500.000 refugiados han llegado a Moldavia, que solo tiene unos 3,2 millones de habitantes. Muchos de ellos han viajado a otros países, y otros han regresado a Ucrania. Unos 95.000 refugiados han permanecido en el país, la mayoría de ellos acogidos por familiares.


Moldavia está luchando además con una tasa de inflación de alrededor del 40 por ciento, la más alta de Europa. El precio del gas ha subido un 380 por ciento en un año.