50 años del Airbus A300, el avión que cambió la industria aeronáutica

Por Christian Ebner (dpa)

Fráncfort, 27 oct (dpa) - Aparte de Lufthansa y Air France, nadie quería al principio al A300, el primer avión de pasajeros desarrollado por Airbus. 50 años después de su vuelo inaugural, el 28 de octubre de 1972, alrededor de 250 de los 816 aviones construidos de esta familia siguen en servicio en todo el mundo, la mayoría como cargueros.


Cuando se presentó por primera vez en Toulouse, en septiembre de 1972, el bimotor de fuselaje ancho era eclipsado aún por el espectacular avión supersónico Concorde, ahora fuera de servicio desde hace tiempo. Pero el A300 fue la base del éxito comercial de la empresa conjunta europea Airbus, fundada en 1970 y que ahora se disputa el liderazgo mundial con su competidor estadounidense Boeing.


"Sin el Airbus A300, Airbus no existiría en su forma actual", asegura el experto alemán en aviación del sitio web aerobuzz.de, Volker Thomalla, quien califica a aquel modelo de "idea revolucionaria" que llevó a toda la industria de la aviación a reorganizarse.


El jefe de ventas de Airbus, Christian Scherer, presenció el primer vuelo cuando era niño, ya que su padre estaba a bordo como ingeniero de pruebas. "Con el Airbus A300, sentamos las bases de nuestra exitosa cooperación europea", afirma hoy Scherer.


A partir de ahí, Airbus desarrolló el A310, más pequeño, y en 1983 el A300-600, que sigue en servicio hoy en día como carguero de la empresa alemana de logística DHL, entre otras compañías. El enorme carguero Beluga también desciende del A300.


Algunos aviones de pasajeros de aquella época siguen en servicio, especialmente en Irán, porque el país no pudo comprar aviones más nuevos durante décadas por las sanciones occidentales.


El éxito comercial del A300 tardó en llegar en los años 70, aunque parecía haber un hueco en el mercado para un avión económico de corta y media distancia con hasta 300 plazas. Sin embargo, había gran cantidad de vuelos de corta distancia, especialmente en el mercado estadounidense, pero las líneas aéreas se mostraban reacias a comprar el nuevo avión.


El avance solo se produjo después de que el jefe de Airbus, Bernard Lathière, puso a disposición de Eastern Air Lines cuatro aviones de forma gratuita durante seis meses para que los probara en operaciones reales.


Los pilotos se entusiasmaron con el avión, que era innovador en muchos detalles y además requería un tercio menos de combustible que los aviones trimotores de la competencia estadounidense. En 1977, Eastern encargó inicialmente 23 aviones. Le siguieron numerosos pedidos de otras compañías aéreas estadounidenses.


En la construcción del avión estaba del lado alemán la Deutsche Airbus GmbH, que reunía a muchas empresas alemanas como Messerschmidt, Bölkow y Siebel. Pero el montaje se realizaba en la Aérospatiale francesa de Toulouse, por lo que había que transportar enormes piezas de avión por toda Europa.


Aunque Gran Bretaña había abandonado el proyecto de Airbus, la empresa británica Hawker Siddeley entregó las alas por su cuenta y riesgo. Debido a los excesivos problemas de transporte por tierra, Airbus utilizó primero cargueros Boeing Guppy entre los emplazamientos y luego construyó su propio Beluga.


Para los especialistas en logística de DHL Express, el A300 sigue siendo la columna vertebral de la flota europea, subraya el director Markus Otto: "La versatilidad de este avión, ya sea en rutas cortas con gran demanda o en nuestras rutas de larga distancia a África Occidental u Oriente Medio, no tiene parangón".