¿Qué hay detrás de la 'pandemia de los no vacunados' en Alemania?

Por David Hutzler (dpa)

Berlín, 15 nov (dpa) - Las cifras de casos de coronavirus no dejan de aumentar en Alemania, las estaciones de cuidados intensivos están llenas y la mayoría de los que terminan allí hospitalizados no está vacunada.

Políticos y médicos hablan cada vez con más frecuencia de una "pandemia de los no vacunados".

La denominada normativa 2G es debatida y comienza a ser aplicada en algunos estados federados. Esta regla solo permite el acceso a determinados recintos, como por ejemplo restaurantes, a quienes están vacunados o ya se recuperaron de covid-19.

Pero, ¿sigue siendo válida la suposición de que excluir a los no vacunados de algunos lugares es suficiente para contener la situación?

Numerosos científicos, médicos de cuidados intensivos y también el Instituto Robert Koch (RKI) están de acuerdo en algo, y es en que la vacuna contra el coronavirus protege eficazmente contra los cursos graves o la muerte.

"Muchas enfermedades graves y muertes podrían haberse evitado si se hubiera vacunado antes y de forma más completa a los grupos destinatarios", afirma, por ejemplo, el epidemiólogo Gérard Krause, de la ciudad de Braunschweig.

El experto en infecciones Mathias Pletz, de la clínica universitaria de Jena, subraya por su parte que "el problema principal siguen siendo los enfermos graves no vacunados, porque el cuello de botella son las unidades de cuidados intensivos".

Muchos expertos aclaran no obstante que las personas vacunadas también pueden seguir contribuyendo a la pandemia. "Es engañoso creer este otoño e invierno que una persona vacunada no puede infectarse y no puede transmitir el virus a su abuela, que puede no haber recibido todavía una vacuna de refuerzo", señala, por ejemplo, el virólogo Hendrik Streeck, de la ciudad de Bonn.

El virólogo Christian Drosten declaró recientemente al periódico "Zeit" que considera erróneo que se hable actualmente de una "pandemia de los no vacunados".

El jefe de virología del hospital Charité de Berlín afirmó que "la variante Delta, por desgracia, tiene la propiedad de propagarse a pesar de la vacunación".

Según indicó, la protección contra el contagio de la variante Delta disminuye entre dos y tres meses después de la vacunación.

Al mismo tiempo, la proporción de casos de personas vacunadas con síntomas ha aumentado notablemente en las últimas semanas, según se desprende del informe semanal del Instituto Robert Koch del jueves último.

Entre los mayores de 60 años, es decir, el grupo de edad que se vacunó relativamente pronto, la proporción fue incluso superior al 60 por ciento en las últimas semanas (entre el 11 de octubre y el 7 de noviembre).

Esta cifra puede llevar sin embargo a malentendidos, porque son muy pocas las personas dentro de ese grupo etario que no se han vacunado. De acuerdo al RKI, solo el 13 por ciento de las personas mayores de 60 años no tiene el esquema de vacunación completo.

El secretario general de la Sociedad Alemana de Inmunología, Carsten Watzl, sostuvo en un tuit con dos gráficos que, aunque las personas vacunadas pueden enfermar, tienen un riesgo mucho menor.

De acuerdo a estos gráficos, las personas mayores de 60 años no vacunadas tienen entre tres y cuatro veces más probabilidades de desarrollar una infección por coronavirus con síntomas que las personas de esta edad vacunadas. El riesgo de que personas de esta edad no vacunadas acudan a una clínica es incluso siete veces mayor.

En vista del aumento global del número de contagios, los expertos reclaman una rápida vacunación de refuerzo y el cierre de las brechas de vacunación, especialmente en el caso de las personas mayores, con el fin de cortar la cuarta ola de covid-19.

Pero las personas con vacunación completa deben prepararse para la implementación de más reglas, mientras que algunos expertos no descartan la reintroducción de restricciones de contacto y urgen a utilizar mascarillas en lugares cerrados.

Drosten remarcó que "a falta de alternativas, habrá que volver a las medidas de restricción por los no vacunados". También resta la opción, señaló, de implementar una normativa 2G que implique un confinamiento para los no vacunados. "Tengo mis dudas de si eso reducirá la incidencia en noviembre", opinó.