Conservadores alemanes buscan la renovación con un nuevo presidente

Por Jörg Blank (dpa)

Berlín, 7 nov (dpa) - Por tercera vez en tres años, la conservadora Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Alemania busca un nuevo líder, tras el fracaso de su candidato a canciller Armin Laschet, con quien el partido obtuvo el peor resultado de su historia en las elecciones generales de septiembre pasado.

¿Regresará algún antiguo líder, se presentará una mujer o ganará un candidato sorpresa que nadie tenía en mente? Todas las opciones están abiertas: desde este fin de semana se pueden presentar candidatos y, del 4 al 17 de diciembre, una consulta s los afiliados determinará quién es el sucesor de Laschet.

Parece bastante seguro que los democristianos difícilmente encontrarán una superestrella como futuro líder.

Dos de los nombres que se barajan son Friedrich Merz (65 años) y Norbert Röttgen (56), candidatos que ya estuvieron en carrera después de que la actual canciller, Angela Merkel, anunciara que se retiraba de la presidencia del partido en 2018. Y fracasaron varias veces.

Merz perdió ante la ex ministra de Defensa Annegret Kramp-Karrenbauer en 2018, y luego ante Laschet en enero de este año. Röttgen al menos logró un éxito respetable en la primera ronda de votaciones.

Algunos miembros del partido rechazan que vuelvan a intentarlo los mismos. En la CDU muchos dudan de que Merz sea el candidato adecuado para la necesaria renovación, entre otras cosas porque tendría 69 años si se presentara a canciller en 2025. Pero hasta ahora apenas hay alternativas en el horizonte.

Lo mismo ocurre con el actual ministro de Salud, Jens Spahn (41 años), quien según los rumores no se presentará porque es demasiado improbable que pueda conseguir el apoyo de los afiliados. Con su política de lucha contra el coronavirus se ha ganado detractores dentro y fuera de sus propias filas.

Además existe la posibilidad de que se cree una comisión de investigación sobre la pandemia con el nuevo gobierno que surgirá previsiblemente de las actuales negociaciones entre socialdemócratas, verdes y liberales, y nadie en la CDU quiere titulares negativos, sino que el partido busca la calma y un nuevo perfil.

Otros posibles candidatos mencionados a menudo en la agrupación pero con menos posibilidades son el parlamentario Ralph Brinkhaus (53) y el también legislador y economista Carsten Linnemann (44).

Tras el desastre de las elecciones al Bundestag, con un resultado históricamente malo, la CDU parece desgarrada y descolocada.

¿Qué dirección quiere tomar el partido en la oposición? ¿Una más conservadora que en los tiempos de Merkel, como muchos esperan de Merz? ¿O debería más bien intentar recuperar a los votantes indecisos del centro que huyeron en masa el 26 de septiembre?

Veteranos dirigentes de la CDU creen que el partido necesita ahora a alguien en la cima que combine tres cosas: primero, evitar que el partido se divida y se desintegre aún más en caso de que la consulta entre los afiliados termine con un resultado ajustado.

El nuevo o la nueva líder tendría que pacificar los diferentes campos, integrar a las mujeres con más fuerza que antes junto a los conservadores y los liberales de centro, así como las alas económica y social.

Además, debe trabajar para que la CDU vuelva a ser reconocible para los votantes, puesto que durante demasiado tiempo el trabajo sobre el contenido y el perfil ha quedado en barbecho.

Un elemento clave para todos los que ambicionan el liderazgo del partido es asimismo que todo esto no puede hacerse en solitario, pero no es fácil mientras no se dirima quién lleva las riendas.

Varias dirigentes jóvenes son vistas como futuros talentos, como Karin Prien, ministra de Educación del estado federado de Schleswig-Holstein, considerada de tendencia liberal, al igual que Katja Leikert, vicepresidenta del grupo parlamentario de la CDU/CSU en Hesse.

La ex presidenta del Bundestag Rita Süssmuth (CDU) animó este fin de semana explícitamente a las mujeres del partido a presentarse a la presidencia del mismo. "Si ninguna mujer se presenta, no sería una buena señal", dijo.