Organización alemana Sea-Watch da voz de alarma por bote a la deriva

Roma, 27 jun (dpa) - La organización humanitaria alemana Sea-Watch dio hoy la voz de alarma sobre un bote a la deriva en el Mediterráneo con decenas de migrantes a bordo.

Sea-Watch informó que la embarcación se encuentra en aguas de Malta y que fue descubierta a unas 36 millas de la isla italiana de Lampedusa.

La entidad agregó que su avión "Moonbird" divisó el bote con un centenar de migrantes desde el aire y que las personas no llevaban chalecos salvavidas. Sea-Watch pidió a Malta e Italia que las rescataran.

Miles de refugiados han llegado a la costa italiana en lo que va del año. El Ministerio del Interior había contado hasta el viernes más de 19.300 migrantes. El año pasado, marcado por la pandemia de coronavirus, las autoridades reportaron 6.600 personas en el mismo período.

Migrantes intentan una y otra vez llegar a Europa desde Libia y Túnez a través del Mediterráneo central. Según cifras de Naciones Unidas, en 2021 hay han muerto unas 690 personas en naufragios esa zona del mar.

Por su parte, la representante en Alemania del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Katharina Lumpp, instó hoy a la Unión Europea (UE) a invertir más fondos en el rescate en el Mediterráneo y en la distribución de los migrantes entre sus miembros, según declaró al periódico alemán "Die Welt".

Lumpp añadió que es necesario crear un mecanismo solidario y predecible que alivie la carga de los países que forman la frontera exterior de la UE.

Agregó que "si no es posible involucrar a los 27 estados, sería bueno que al menos algunos crearan mecanismos previsibles" para los próximos meses estivales.

Lumpp abogó por un apoyo de Alemania a países como Italia también en este año. Apuntó además a una ampliación del cupo de refugiados con una especial necesidad de asistencia que son acogidos directamente desde su lugar de origen a través de los llamados programas de reasentamiento.

Alemania permite cada año el ingreso de hasta 5.500 personas mediante estos programas humanitarios. Lumpp destacó que sería una buena señal si el país centroeuropeo ofreciese unas 10.000 plazas anuales.