Ciclista alemán Tony Martin critica espectadores tras caída en Tour


Por Tom Bachmann y Stefan Tabeling (dpa)

Mur de Bretagne (Francia), 27 jun (dpa) - Tony Martin esperaba seguramente otro modo de volver a la normalidad en esta edición del Tour de France, pero en lugar de festejar el ambiente con numerosos aficionados, el ciclista alemán terminó el sábado con numerosas contusiones y heridas.

Ahora, todos hablan de un solo tema: la mujer con un impermeable amarillo y una gran pancarta contra la que Martin se estrelló a gran velocidad, provocando una caída en masa.

"Algunos espectadores no tienen ningún respeto y ya ni siquiera piensan", se quejó Martin. El deportista de 36 años se salvó de quebrarse algún hueso, pero tendrá que soportar el dolor por las heridas hasta París.

"Fue una situación de carrera, como ocurre siempre en el Tour. Normalmente, hay que suponer que los espectadores se corren a un lado", comentó Martin.

El cartel que la mujer sostenía al borde del trayecto rezaba "Allez Opi Omi", diminutivos de abuelo y abuela en alemán, por lo que los medios de comunicación franceses especularon que la mujer podría ser alemana.

El organizador de la competencia, ASO, tiene previsto recurrir a la justicia. "Vamos a demandar a la mujer que se comportó tan mal", señaló a la prensa francesa el subdirector de la carrera, Pierre-Yves Thouault.

"Lo hacemos para que la pequeña minoría no estropee el espectáculo al gran resto", añadió. Sin embargo, varios medios informaron que la mujer desapareció apenas ocurrió el accidente y que hasta ahora no ha sido localizada.

La gendarmería confirmó hoy que ha iniciado investigaciones contra ella.

"En mi opinión, el o la imbécil debería ser denunciado o denunciada. Eso no está bien, con intención o sin ella", señaló el ciclista profesional berlinés Simon Geschke a la publicación Cyclingmagazine.

Al final de la etapa -hubo otra caída masiva poco antes de la llegada- cuatro corredores tuvieron que abandonar la carrera. Entre ellos estaba Jasha Sütterlin, de Friburgo. El "L'Équipe" escribió lleno de patetismo sobre el "calvario bretón".

La cercanía a los aficionados a los ciclistas en medio de la carrera es bastante intencionada. Es, por así decirlo, el punto de venta único del ciclismo, el permiter acercarse mucho a los héroes durante la etapa. A veces demasiado cerca. En especial en la primera semana del Tour, las caídas están a la orden del día.