Numerosos alemanes continúan viajando a diario al oeste para trabajar


Por Michael Donhauser (dpa)

Núremberg (Alemania), 14 feb (dpa) - Inmediatamente después de la caída del Muro de Berlín en 1989, millares de habitantes de la antigua República Democrática Alemana (RDA) cruzaron al oeste, hacia la República Federal de Alemania.

También quienes residían en localidades de la región de Turingia, uno de los estados del este, comenzaron a tomar el autobús en medio de la noche para desplazarse hasta Núremberg, en Baviera, para trabajar por poco dinero para grandes empresas. Por la tarde regresaban a casa, por lo general para echarse a dormir tras una ardua jornada y largas horas de viaje.

Este tipo de desplazamientos, que rozaban la explotación, ya son parte del pasado, pero muchos en la Alemania reunificada continúan recorriendo a diario largas distancias para trabajar, indican datos de la Agencia Federal de Empleo.

Sabine Zimmermann, diputada de La Izquierda, recalca que la presión por la movilidad en el trabajo "no ha cesado en los últimos años" y agrega que esto supone una carga para la salud, la familia y el medio ambiente.

"Sigue habiendo muchos más empleados que se desplazan desde el este de Alemania para trabajar en los estados occidentales que en la dirección contraria", observa.

"A mediados de 2020, 407.927 empleados de Alemania oriental sujetos a la seguridad social se desplazaron a occidente. Por el contrario, solo 177.601 trabajadores de Alemania Occidental viajaron para trabajar en los estados del este en 2020", comenta Zimmermann, citando cifras de las estadísticas.

Treinta años después de la reunificación, el euro sigue siendo el motor de esta tendencia de vivir en el este y trabajar en el oeste.

A finales de 2019, los trabajadores a tiempo completo de los antiguos estados de la RDA que viajaban al oeste recibían un sueldo bruto medio de 3.588 euros (4.348 dólares), mientras que sus pares en el este ganaban un promedio de de 2.827 euros mensuales.

Es decir que en el oeste los sueldos era casi un 27 por ciento más altos que en el este.

Por su parte, el director de la Agencia Federal de Trabajo, Detlef Scheele, no considera que esta situación sea tan dramática. "Ese esquema este-oeste que supo existir ya no es tal", señaló a dpa, aclarando que desde 2017 hay indicios de una tendencia inversa. Sin embargo, reconoció que sigue habiendo diferencias entre el este y el oeste, por ejemplo en cuanto a infraestructura económica, ingresos y desarrollo demográfico.