Más focas grises jóvenes cerca de costas alemanas por coronavirus

Por Birgit Sander (dpa)
Stralsund (Alemania), 2 may (dpa) - En la costa alemana del Mar Báltico se observaron significativamente más focas grises jóvenes durante este año, gracias a la tranquilidad de la que pueden disfrutar tanto en el mar como en las costas por la crisis del coronavirus.

"Muchas de ellas están con piel de lanugo, la piel blanca de los bebés", comenta a dpa Linda Westphal, investigadora del Museo Oceanográfico Alemán en Stralsund, en el norte de Alemania.

Estos mamíferos marinos parecen gozar de la paz y la calma que resultaron de las restricciones impuestas a las personas durante la pandemia de Covid-19.

Por un lado, se molesta menos a las focas grises en el mar, porque el tráfico marítimo es significativamente menor, y, por otro, se acercan a las costas, prácticamente desiertas de personas.

Según Westphal, se reportó la existencia de ejemplares jóvenes principalmente en los alrededores de la bahía de Greifswald: en la costa sureste de Rügen, en el brazo del mar Báltico Strelasund y en inmediaciones de Greifswald.

Pero también más al oeste, cerca de Zingst, Nienhagen y Heiligendamm  pudieron verse jóvenes focas grises descansando. No pudieron comprobarse este año nacimientos de focas, posiblemente porque debido a las restricciones por el Covid-19 hubo menos científicos en movimiento.

Westphal indicó que, sin embargo, dos crías recién nacidas llegaron sin vida arrastradas por el agua hasta las costas de la isla de Greifswald.

La isla es el lugar de asentamiento preferido de las focas sobre las costas del Báltico de Mecklemburgo-Pomerania Occidental. Esta primavera (boreal) llegaron a contarse 232 focas en un día.

Durante meses, fueron siempre más de 100, a veces entre 150 y 180 ejemplares. Las focas grises se encuentran bajo protección en Alemania y se considera que están en gran peligro de extinción.

En Alemania se mató oficialmente hace cien años a la última foca gris. Con más de 38.000 animales, estos mamíferos marinos ya alcanzaron cerca de la mitad de la población del siglo XIX, de un estimado de 80.000 a 100.000.