Montañista alemán interrumpe misión solitaria en el Everest invernal

Katmandú, 28 feb (dpa) - El montañista alemán Jost Kobusch intentó alcanzar este invierno boreal la cima de la montaña más alta del mundo, el Monte Everest, sin sherpas y sin botella de oxígeno, aunque decidió interrumpir su expedición a 7.360 metros, según informó en Facebook.


Kobusch, de 27 años, dijo que decidió detenerse y no tratar de llegar hasta la cumbre de 8.848 metros de altura.

"También podría haber seguido, el tiempo parecía que no iba a empeorar, pero mi intuición me dijo: para", comentó. Entretanto Kobusch volvió al campamento base, según le escribió hoy a dpa.

"Estoy muy bien, excepto una quemadura de sol, no tengo nada; mi distensión de ligamentos y problemas estomacales se están recuperando muy bien en el campamento base. Durante el descenso me agarró una avalancha, pero por lo demás todo salió bien", indicó.

La expedición de Kobusch es un tanto alocada, incluso para algunos montañistas experimentados. Según la "Himalayan Database", hasta ahora nadie logró esto.

"La posibilidad de que alcance la cumbre es muy pequeña", comentó el montañista y bloguero estadounidense Alan Arnette antes de la partida del alemán.

"Lo que intenta es extremadamente peligroso y, si algo sale terriblemente mal, la posibilidad de que sea rescatado es prácticamente nula", advirtió.

Pero a este hombre de la pequeña ciudad alemana de Borgholzhausen le fascinan los desafíos extremos, sobre los que en principio ni siquiera sabe si son posibles.

Kobusch ya alcanzó la cima de varias montañas de gran altura. A los 21 años se convirtió en el escalador más joven en vencer sin ayuda los 6.800 metros del Ama Dablam en el Himalaya.

A los 25, fue la primera persona en escalar el Nangpai Gosum II, de 7.300 metros, y fue nominado por ello al "Oscar de los montañistas", el Piolet d'Or. Y hace tres años llegó a la cima de su primer pico de más de 8.000 metros, el Annapurna.

Kobusch ya indicó que volverá a intentar acceder a la cumbre a 8.848 metros de altura de la montaña más alta del mundo el próximo invierno boreal.

Escalar el Monte Everest en invierno es especialmente difícil, porque a más de 8.000 metros la temperatura llega a 50 grados bajo cero y los vientos alcanzan los 180 kilómetros por hora, según explicó el montañista alemán Ralf Dujmovits. Sin botella de oxígeno es aún más difícil, porque hay menos oxígeno y se respira más rápido.