El Museo Judío de Berlín planea una nueva exposición permanente

Por Esteban Engel (dpa)
Berlín, 17 mar (dpa) – Las paredes del Museo Judío de Berlín aún están vacías. En el edificio en forma de zigzag de Daniel Libeskind se encuentran trabajando obreros y técnicos. En un año se abrirá una nueva exposición permanente.


La exposición comienza a ganar forma lentamente, aunque por ahora tan sólo en el papel y en la mente de los especialistas que trabajan en los pabellones. La primera exposición sobre la historia judeogermana atrajo a 11,4 millones de visitantes al museo desde su apertura en 2001. La idea es que con esta nueva exposición no sea distinto.

Sin embargo, en las últimas semanas, el director del museo, Peter Schäfer, estuvo ocupado con una carta remitida por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a la canciller alemana, Angela Merkel. En ella, pedía al Gobierno alemán cancelarle los fondos al museo y a otras organizaciones.

En el caso del museo, la acusación afirmaba que la exhibición "Welcome to Jerusalem", que se puede ver hasta el 30 de abril de este año, presenta una visión unilateral y "palestino-musulmana" de la ciudad. Schäfer y la ministra de Cultura, Monika Grütters, rechazaron claramente estas acusaciones que calificaron de intromisión política.

Tras la protesta de la embajada israelí, también fue aplazada una presentación del experto en Cercano Oriente palestino Sa’ed Atshan por su presunta cercanía con la organización antiisraelí Boicot, Desinversión, Sanciones (BDS).

"Somos castigados por haberlo invitado y por haberlo desinvitado", asegura Schäfer, cuyo periodo regular termina en agosto. Sin embargo, cree de que podrá inaugurar la exposición.

La crítica no perjudicó al museo, por el contrario, dice Schäfer. El interés en la exposición es enorme y unas 900 personas la visitan en promedio todos los días desde su inauguración.

También genera curiosidad el edificio concebido por Libeskind. Muchas personas, sobre todo del extranjero, llegan atraídas por la obra del arquitecto polaco-estadounidense.

La construcción de hormigón irregular con sus "ejes" del exilio y del Holocausto en el sótano es un desafío para quienes organizan la exposición, liderados por Cilly Kugelmann.

A diferencia de la exposición permanente, la idea es que la arquitectura desempeñe ahora un papel más fuerte. Proyecciones de letras que bailan guiarán a los visitantes a lo largo de la larga escalera hacia la exposición. Una vez llegados arriba, deberán juntarse para descifrar el significado de esa palabra escrita e importante para el judaísmo.

En sí, el recorrido cronológico estará más definido por presentaciones visuales que por objetos. Las 962 leyes anti-judías se podrán leer en grandes paneles para dar una idea de la aniquilación impulsada por la burocracia nazi.

Casi al mismo tiempo que la exposición permanente se abrirá el nuevo museo para niños. Actualmente se construye allí un arca de Noé de madera donde podrán jugar los niños de tres a diez años. La historia del arca de Noé aparece en el judaísmo, el cristianismo y el islam y por ello une a las tres grandes religiones monoteístas, explica Schäfer.