Inflación alemana se relaja y se sitúa en enero en el 1,4 por ciento

Wiesbaden (Alemania), 21 feb (dpa) – La evolución de los precios de la energía frenó el aumento de la inflación en Alemania a principios de año. Los precios que pagaron los consumidores en enero de 2019 fueron un 1,4 por ciento más altos que en el mismo mes del año anterior, según anunció hoy la Oficina Federal de Estadísticas.


Estas cifras confirman la primera estimación elaborada por la entidad. En diciembre, la tasa de inflación interanual alemana fue del 1,6 por ciento. De diciembre a enero, lo precios cayeron en general en un 0,8 por ciento.

El alza en los precios de la energía continuó debilitándose a principios de año. El precio de la energía aumentó en 2,3 por ciento a lo largo del año. Subió un 4,9 por ciento en diciembre y un 8,7 por ciento en noviembre.

Los conductores se beneficiaron especialmente de esta evolución. El combustible sólo cuesta un 0,3 por ciento más que en enero de 2018. La electricidad, el gas y otros combustibles aumentaron un 3,3 por ciento. En comparación con el mes anterior, la energía era en total un 2,0 por ciento más barata.

El precio de los alimentos se incrementó por debajo del promedio interanual en 0,8 por ciento. Por otro lado, los consumidores tuvieron que pagar más por los alquileres (1,5 por ciento).

La tasa de inflación es un indicador importante de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE). A medio plazo, el BCE apunta a un interés anual de poco menos del dos por ciento para la zona euro.

Los precios persistentemente bajos o altos pueden hacer que las empresas y los consumidores pospongan sus inversiones, lo que ralentiza la economía.

La inflación baja es uno de los motivos principales de la política monetaria extremadamente relajada durante estos años. En la zona euro, la tasa interanual en enero fue un 1,4 por ciento más alta que justo hace un año. En el mes anterior seguía siendo del 1,6 por ciento.

La Oficina Federal de Estadísticas alemana verifica regularmente la composición y la ponderación de los bienes en la llamada canasta, que incluye los precios de bienes y servicios. Debido a los cambios en los hábitos de consumo, desaparecen de ella algunos productos y entran otros nuevos.