García Canclini: Neofascismos, algoritmos y xenofobia
Por Itzel Zúñiga Alaniz (dpa)
Oaxaca (México), 2 nov (dpa) - En su primera novela "Pistas falsas", el antropólogo argentino Néstor García Canclini aborda desde un lenguaje de ficción, en una especie de antropología imaginaria del futuro, temas y preocupaciones del presente.
Radicado en México desde hace décadas, García Canclini, de 78 años, acaba de llevar a la Feria Internacional del Libro de Oaxaca su novela (publicada por Sexto Piso) y habló con la agencia dpa de la xenofobia, la ultraderecha y los algoritmos.
dpa: Usted ha estudiado fenómenos sociales y culturales desde el punto de vista académico. ¿Por qué plasmarlos ahora en una novela?
García Canclini: Me pareció que la ficción era atractiva para ofrecer un pensamiento distinto sobre cuestiones que nos preocupan hoy como las migraciones, la descomposición de las megaciudades o del tejido social, la corrupción.
Las ciencias sociales describen la sociedad con instrumentos rigurosos, la ficción no. Los autores buscan describir las sociedades pasadas o futuras, pero sin llegar a la verdad.
dpa: ¿Es "Pistas falsas" un vaticinio de lo que considera que será el futuro?
García Canclini: Hay un personaje central, un arqueólogo chino, que cansado de trabajar en algo que no le gusta (documentar actividades ilícitas) viaja a América Latina. En esos relatos ficticios que ocurren en 2030, se intenta elaborar lo que imaginamos podrá ser la vida entonces y otras cuestiones más que podrían modificarse, pero seguirán siendo las mismas, como la descomposición social u otros conflictos que hoy vivimos.
dpa: Uno de los temas que toca es el fascismo. ¿Está avanzando este tipo de pensamiento?
García Canclini: Por el momento parecería que algunas características del viejo fascismo o el nazismo de los años 30 o 40 están reproduciéndose. La xenofobia es el deseo muy potente de destrucción del otro, del diferente. La discriminación pone el Estado al servicio de estas violencias.
dpa: ¿Dónde se están reproduciendo estas características?
García Canclini: En Brasil, Austria, Polonia, Hungría, Estados Unidos y algunos otros países de Europa del Este, incluso entre un pequeño sector en Alemania (donde la ultraderecha ha ganado representación política), en los que está creciendo un malestar muy profundo y extendido entre amplios sectores de la sociedad.
Ha sido generado por las políticas neoliberales que han empobrecido los mercados laborales, limitando las posibilidades de bienestar social y las acciones de los gobiernos para ofrecer empleo, salud, seguridad.
dpa: ¿Y por qué considera que van ganado fuerza?
García Canclini: Tiene que ver con la privatización de amplios aspectos de la vida pública, con la ausencia del Estado, de dar seguridad a los ciudadanos u ofrecer formas de participación confiables o formas de vida distintas a lo actual. Esto genera búsquedas desesperadas. Una de ellas es la búsqueda de una autoridad militar que ejerza autoritariamente el control social. Históricamente es una esperanza falsa. La ocupación militar violenta de los Gobiernos no solucionó jamás los conflictos. Necesitamos otras explicaciones.
dpa: Además de la xenofobia y la intolerancia ¿qué otras inquietudes presentes y futuro ve?
García Canclini: Cada generación percibe sus propios riesgos. Hoy hay muchos riesgos evidentes, no solo futuros, sino actuales en las cibercomunicaciones, en el control que hacen unas pocas empresas mundiales del uso de información para condicionar nuestra conducta como consumidores y ciudadanos o los trastornos que pueden traer a la vida democrática (factores) como el Brexit, Donald Trump y Brasil.
dpa: ¿Cuál es la metodología de ese control?
García Canclini: Se distorsiona la información, se usan los datos de los usuarios de internet para orientar las votaciones o las opiniones, los gustos de los consumidores. Hace apenas cuatro años había una idealización de las oportunidades de comunicación que ofrecían Internet o las redes sociales de expandir la información y el entretenimiento. Nos pusieron en contacto con culturas que no conocíamos. Hoy estamos bastante asustados por los efectos negativos de esta manipulación algorítmica de la comunicación mundial, por la sustracción de datos que realizan en muchos casos con nuestro consentimiento. Mi novela trabaja desde la ficción este desarrollo contradictorio que tiene aspectos fascinantes. Elabora también algunas advertencias, algunas alarmas.
dpa: Otro tema que trabaja desde la ficción literaria es la corrupción y su alcance global. ¿Se trata de un problema cultural?
García Canclini: La corrupción es un problema multidimensional, podríamos decir que sociocultural. Es un conjunto de arreglos transgresores de la vida y de la convivencia social, resultado de la imposibilidad de conseguir satisfacer las necesidades por la vía legal. Quien no consigue trabajo o ingreso busca arreglos informales que pueden llegar hasta actos ilícitos. No es solo la trampa de pagar menos por algo, sino las formas de convivencia deterioradas por la insatisfacción cuando no se logra obtener lo indispensable para cubrir las necesidades.
Cuando el protagonista de mi libro ve esta descomposición tan extendida de la sociedad, se pregunta si el soborno es el nuevo contrato social. Es la pregunta de un científico social.
NÉSTOR GARCÍA CANCLINI (La Plata, 1939), doctor en Filosofía por las universidades de La Plata y de París, es escritor, antropólogo y estudioso de los procesos culturales. Entre sus libros figuran "Culturas híbridas" (1990) y "La globalización imaginada" (1999). "Pistas falsas" es su primera novela.
Oaxaca (México), 2 nov (dpa) - En su primera novela "Pistas falsas", el antropólogo argentino Néstor García Canclini aborda desde un lenguaje de ficción, en una especie de antropología imaginaria del futuro, temas y preocupaciones del presente.
Radicado en México desde hace décadas, García Canclini, de 78 años, acaba de llevar a la Feria Internacional del Libro de Oaxaca su novela (publicada por Sexto Piso) y habló con la agencia dpa de la xenofobia, la ultraderecha y los algoritmos.
dpa: Usted ha estudiado fenómenos sociales y culturales desde el punto de vista académico. ¿Por qué plasmarlos ahora en una novela?
García Canclini: Me pareció que la ficción era atractiva para ofrecer un pensamiento distinto sobre cuestiones que nos preocupan hoy como las migraciones, la descomposición de las megaciudades o del tejido social, la corrupción.
Las ciencias sociales describen la sociedad con instrumentos rigurosos, la ficción no. Los autores buscan describir las sociedades pasadas o futuras, pero sin llegar a la verdad.
dpa: ¿Es "Pistas falsas" un vaticinio de lo que considera que será el futuro?
García Canclini: Hay un personaje central, un arqueólogo chino, que cansado de trabajar en algo que no le gusta (documentar actividades ilícitas) viaja a América Latina. En esos relatos ficticios que ocurren en 2030, se intenta elaborar lo que imaginamos podrá ser la vida entonces y otras cuestiones más que podrían modificarse, pero seguirán siendo las mismas, como la descomposición social u otros conflictos que hoy vivimos.
dpa: Uno de los temas que toca es el fascismo. ¿Está avanzando este tipo de pensamiento?
García Canclini: Por el momento parecería que algunas características del viejo fascismo o el nazismo de los años 30 o 40 están reproduciéndose. La xenofobia es el deseo muy potente de destrucción del otro, del diferente. La discriminación pone el Estado al servicio de estas violencias.
dpa: ¿Dónde se están reproduciendo estas características?
García Canclini: En Brasil, Austria, Polonia, Hungría, Estados Unidos y algunos otros países de Europa del Este, incluso entre un pequeño sector en Alemania (donde la ultraderecha ha ganado representación política), en los que está creciendo un malestar muy profundo y extendido entre amplios sectores de la sociedad.
Ha sido generado por las políticas neoliberales que han empobrecido los mercados laborales, limitando las posibilidades de bienestar social y las acciones de los gobiernos para ofrecer empleo, salud, seguridad.
dpa: ¿Y por qué considera que van ganado fuerza?
García Canclini: Tiene que ver con la privatización de amplios aspectos de la vida pública, con la ausencia del Estado, de dar seguridad a los ciudadanos u ofrecer formas de participación confiables o formas de vida distintas a lo actual. Esto genera búsquedas desesperadas. Una de ellas es la búsqueda de una autoridad militar que ejerza autoritariamente el control social. Históricamente es una esperanza falsa. La ocupación militar violenta de los Gobiernos no solucionó jamás los conflictos. Necesitamos otras explicaciones.
dpa: Además de la xenofobia y la intolerancia ¿qué otras inquietudes presentes y futuro ve?
García Canclini: Cada generación percibe sus propios riesgos. Hoy hay muchos riesgos evidentes, no solo futuros, sino actuales en las cibercomunicaciones, en el control que hacen unas pocas empresas mundiales del uso de información para condicionar nuestra conducta como consumidores y ciudadanos o los trastornos que pueden traer a la vida democrática (factores) como el Brexit, Donald Trump y Brasil.
dpa: ¿Cuál es la metodología de ese control?
García Canclini: Se distorsiona la información, se usan los datos de los usuarios de internet para orientar las votaciones o las opiniones, los gustos de los consumidores. Hace apenas cuatro años había una idealización de las oportunidades de comunicación que ofrecían Internet o las redes sociales de expandir la información y el entretenimiento. Nos pusieron en contacto con culturas que no conocíamos. Hoy estamos bastante asustados por los efectos negativos de esta manipulación algorítmica de la comunicación mundial, por la sustracción de datos que realizan en muchos casos con nuestro consentimiento. Mi novela trabaja desde la ficción este desarrollo contradictorio que tiene aspectos fascinantes. Elabora también algunas advertencias, algunas alarmas.
dpa: Otro tema que trabaja desde la ficción literaria es la corrupción y su alcance global. ¿Se trata de un problema cultural?
García Canclini: La corrupción es un problema multidimensional, podríamos decir que sociocultural. Es un conjunto de arreglos transgresores de la vida y de la convivencia social, resultado de la imposibilidad de conseguir satisfacer las necesidades por la vía legal. Quien no consigue trabajo o ingreso busca arreglos informales que pueden llegar hasta actos ilícitos. No es solo la trampa de pagar menos por algo, sino las formas de convivencia deterioradas por la insatisfacción cuando no se logra obtener lo indispensable para cubrir las necesidades.
Cuando el protagonista de mi libro ve esta descomposición tan extendida de la sociedad, se pregunta si el soborno es el nuevo contrato social. Es la pregunta de un científico social.
NÉSTOR GARCÍA CANCLINI (La Plata, 1939), doctor en Filosofía por las universidades de La Plata y de París, es escritor, antropólogo y estudioso de los procesos culturales. Entre sus libros figuran "Culturas híbridas" (1990) y "La globalización imaginada" (1999). "Pistas falsas" es su primera novela.
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