Berlín aprueba peaje en sus carreteras pese a protestas de Austria

Berlín, 25 ene (dpa) - El Gobierno alemán, haciendo caso omiso de las protestas de su país vecino Austria, aprobó hoy en su consejo de ministros un conjunto de modificaciones de cara a implantar un peaje en las carreteras que beneficiará especialmente a los conductores alemanes con vehículos "limpios".
Con los cambios realizados, el Ejecutivo de Angela Merkel cumple con el compromiso alcanzado recientemente con la Comisión Europea (CE) de ajustar el sistema de peajes a la normativa comunitaria y no enfrentarse a una sanción de las autoridades por discriminación a los turistas comunitarios.

"Para los conductores alemanes no supondrá ningún desembolso adicional. Quien maneje un vehículo respetuoso con el medio ambiente 'Euro 6', paga incluso menos que antes", declaró el ministro de Transportes de Alemania, Alexander Dobrindt.

La medida supone una concesión al partido socialcristiano de Baviera (CSU), una formación hermana de la Unión Cristianodemócrata de Merkel y un socio menor de la gran coalición que gobierna el país, que incluyó la implantación de un peaje como uno de los puntos centrales de su programa electoral y como requisito para apoyar el actual Ejecutivo.

A pesar de que en un principio la intención de Berlín era introducir el pago de una tasa que, en la práctica, sólo afectaría a vehículos extranjeros, las autoridades europeas obligaron al ministerio de Transporte de Alemania a realizar modificaciones porque consideraban que era una medida discriminatoria con ciudadanos extranjeros.

El departamento que dirige Dobrindt pretendía cobrar el peaje a todos los conductores que utilizaran las carreteras alemanas, con la diferencia de que, al final de año, a aquellos automóviles registrados en Alemania se les permitía deducir el importe del peaje a través del impuesto de circulación anual.

Los cambios aprobados hoy en Consejo de Ministros establecen que todos los conductores alemanes que posean un automóvil deben pagar un peaje de carácter anual cuyo importe dependerá tanto del tamaño como del nivel de contaminación que emita el automóvil. De media, esta tasa ascenderá a unos 67 euros (72 dólares) y como máximo será de 130 euros.

En el caso de los conductores extranjeros, además de este peaje anual existirán otras dos posibilidades: podrán adquirir un bono de peaje válido para 10 diez días u otro de dos meses. Los importes variarán desde los 2,5 a los 50 euros, dependiendo del automóvil.

El plan del Gobierno de Merkel, no obstante, contempla compensaciones para los conductores alemanes a través de una reducción del impuesto de circulación, que les saldrá especialmente rentable a los propietarios de automóviles "limpios".

La implantación del peaje afecta también a las autocaravanas pero motos, coches eléctricos, ambulancias y vehículos de minusválidos están exentos de su pago.

La puesta en marcha de este peaje ha cosechado numerosas críticas en Austria. El país vecino critica la medida y su ministro de Exteriores, Jörg Leichtfried, insiste en que la implantación de la tasa contraviene los principios europeos.

"Se trata de si en Europa todavía prevalece la fuerza de la ley o si ahora se impone la ley del más fuerte", insistió Leichtfried desde Bruselas.

Alemania espera poder poner en marcha el peaje en sus carreteras en el año 2019. Según cálculos del Ministerio de Transportes del país, se espera que, una vez deducidos los costes de implantación, la medida sirva para recaudar unos 524 millones de euros al año que serán destinados a inversiones en la mejora de la red viaria.