EL MUNDO - ANDROS LOZANO
José Antonio Márquez había sido designado jefe de la rama financiera de la banda por el líder de la mayor organización criminal del país de Maduro. Además de mostrar oro, le gustaba vestir con marcas de alta gama. Acaba de ser detenido en Colombia.
El Tren de Aragua, la organización criminal transnacional con más poder de Venezuela, sigue perdiendo efectivos gracias a la presión policial ejercida contra este grupo mafioso en los países en los que ya opera. El último de sus miembros que ha sido arrestado es José Antonio Márquez Morales, apodado Caracas y zar Cadena.
En el mundo delincuencial se le conocía con este segundo sobrenombre por su cara afición de lucir gruesos anillos y collares de oro, como demuestra la foto exclusiva que acompaña esta información.
La Policía Nacional de Colombia lo detuvo el pasado 1 de octubre. Caracas era un hombre con suma responsabilidad dentro del Tren de Aragua. Ejercía como responsable del control financiero de la banda y como «cabecilla militar de esa organización narcoterrorista», explica a EL MUNDO uno de los investigadores policiales más antiguos y experto en crimen organizado de Colombia, quien solicita permanecer en el anonimato por razones de seguridad.
Sobre los lujos de los que Caracas hacía gala, esta alta fuente en la lucha contra el narco señala: «Los traficantes suelen usar ostentosas cadenas de oro, relojes, anillos y joyas llamativas como símbolo de poder y estatus, buscando demostrar con esto autoridad y respeto a través de lenguajes visuales».
A José Antonio Márquez Morales se le buscaba por la presunta comisión de los delitos de «terrorismo, homicidio calificado, tráfico de armas y asociación para delinquir», según informó el director de la Policía Nacional de Colombia, Carlos Fernando Triana Beltrán.
En base a informaciones confidenciales, Caracas había sido designado directamente por Héctor Rusthenford Guerrero Flores, conocido como Niño Guerrero y líder de la temida banda, para «para liderar acciones terroristas con explosivos, homicidios, tráfico de armas de fuego y control territorial en la frontera colombo-venezolana».
POLICÍA ANTES QUE CRIMINAL
Este delincuente está acusado, entre otros hechos, de haber participado en el atentado con armas de fuego a un comercio en el estado de Zulia, en Venezuela, donde resultaron heridas varias personas, el 18 de febrero de 2023.
Antes de ser un criminal, José Antonio Márquez Morales fue agente del orden. Formó parte de la primera promoción de la Policía Nacional Bolivariana de Venezuela.
Caracas fue detenido en un apartamento en la ciudad de Valledupar, al norte de Colombia, a 30 kilómetros de la frontera con Venezuela y a un centenar del mar Caribe. En el piso donde se escondía tenía un sinfín de gorras y zapatillas de deporte de exclusivas marcas como Louis Vuitton o Gucci.
Sobre él pesaba una circular roja de Interpol, por lo que era perseguido por las policías de 192 países. La fiscalía colombiana acusa a Márquez Morales de ser uno de los cabecillas de Los Caracas, una estructura armada del Tren de Aragua, y «el principal articulador logístico y financiero de esta organización en la frontera» entre Colombia y Venezuela.
El Tren de Aragua es la banda criminal más poderosa de Venezuela. Se trata del único grupo local que ha logrado afianzarse en el extranjero. Dicha organización pasó de ser una banda carcelaria a convertirse en una amenaza de naturaleza transnacional con intereses, entre otros negocios, en el narcotráfico o el tráfico de armas.
La expansión del Tren de Aragua más allá de las fronteras de Venezuela se produjo a expensas del éxodo masivo venezolano durante la última década, especialmente hacia Europa. Desde la prisión de Tocorón, en el estado de Aragua, la banda criminal supervisaba y se beneficiaba de células instaladas en al menos otros tres países sudamericanos (Colombia, Perú y Chile).
En septiembre de 2023, 11.000 policías y militares venezolanos se desplegaron en Tocorón para, aparentemente, tratar de tomar el control del que, hasta entonces, había sido el centro de operaciones del Tren de Aragua. A pesar del golpe que supuso la pérdida de su base de operaciones, la cúpula del grupo escapó y sus células radicadas en el extranjero siguieron operando.
EN EL VISOR DE DONALD TRUMP
El Tren de Aragua está en el mapa de organizaciones criminales a combatir que maneja el presidente estadounidense, Donald Trump. El máximo mandatario de EEUU la declaró como banda terrorista. En marzo de este año, deportó a más de 250 venezolanos que, según él, eran miembros del clan. Ingresaron en una cárcel en El Salvador, dentro del acuerdo alcanzado por Trump con su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele.
La noticia de la detención de Caracas se produce en medio de la continua tensión existente entre Estados Unidos y Venezuela por los esfuerzos de la administración Trump contra el narcotráfico en América Latina. Estados Unidos ha desplegado buques de guerra en el Caribe y ha bombardeado hasta en cuatro ocasiones embarcaciones que, presuntamente, transportaban drogas y que estarían realizando el trayecto por mar desde Venezuela a EEUU. Hasta el momento, al menos 21 personas han muerto en esos ataques.
El presidente Trump aseguró este domingo que su Ejército ya ha acabado con los barcos de los narcos en el Caribe, y señaló que podría producirse una nueva fase de su operación antidroga por tierra: «Ya no están llegando por mar, así que ahora tendremos que empezar a mirar por tierra, porque se verán obligados a ir por tierra. Y déjenme decirlo ahora mismo, eso tampoco va a salir bien».
La administración Trump ha acusado al presidente venezolano, Nicolás Maduro, de estar aliado con los cárteles de la droga de su país. Su Gobierno ofrece una recompensa de 50 millones de dólares (42,7 millones de euros) por cualquier información que conduzca a su arresto.
0 Comentarios