Parlamento alemán aprueba nuevas medidas de seguridad y migración



 DPA

Berlín, 18 oct (dpa) - El Parlamento alemán aprobó hoy en ambas cámaras una legislación que regula procedimientos de asilo y prohibe la portación de armas blancas en actos públicos.


La nueva ley formaba parte de un paquete de medidas de seguridad y migración propuesto por la coalición de centroizquierda del canciller socialdemócrata Olaf Scholz.


La Cámara Alta (Bundesrat) rechazó en tanto otra ley que disponía más oportunidades para las autoridades de seguridad. Se les iba a autorizar a comparar datos biométricos en Internet en determinados casos. La búsqueda de rostros y voces mediante una aplicación automatizada solo debería permitirse si el presidente de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) o su representante obtenía su autorización judicial.


Ambas leyes había sido propuestas por el Gobierno de coalición presidido por el canciller socialdemócrata Olaf Scholz en respuesta a los presuntos atentados islamistas acaecidos desde principios de año.


La ministra del Interior, Nancy Faeser, reaccionó con estupor y calificó la negativa parcial de la Cámara Alta de "totalmente incomprensible e irresponsable".


Señaló que la oposición conservadora de la alianza formada por la Unión Demócrata Cristiana y su partido hermano Unión Social Cristiana (CDU/CSU) estaba negando de ese modo a las autoridades de investigación "poderes que son absolutamente necesarios en vista de las amenazas actuales".


La oposición había criticado las medidas propuestas como insuficientes. El Bundestag y el Gobierno Federal pueden aún intentar salvar la propuesta recurriendo al Comité de Mediación entre ambas cámaras legislativas.


La ley aprobada estipula en tanto que los solicitantes de asilo cuya petición de protección sea responsabilidad de otro país europeo en virtud de las llamadas normas de Dublín quedarán excluidos de las prestaciones estatales, siempre que les sea legal y realmente posible abandonar el país. Se harán excepciones si hay niños afectados.


La organización de refugiados Pro Asyl condenó los planes, anticipando que "provocarán deliberadamente el desamparo y la indigencia de quienes buscan protección".


Un ataque mortal con cuchillo en una fiesta local en la ciudad de Solingen, en el oeste de Alemania, a finales de agosto, en el que murieron tres personas, impulsó al Gobierno de Scholz a proponer los cambios.


Se cree que el sospechoso, un ciudadano sirio de 26 años, actuó por motivos extremistas islamistas. Había eludido una orden de expulsión de Alemania a Bulgaria, lo que reavivó el debate sobre la gestión alemana de los solicitantes de asilo y otros inmigrantes.