Ministerios de Trabajo de las Américas acuerdan acción rápida y coordinada para enfrentar desafíos laborales y aprovechar oportunidades
OEA
Los Ministros y Ministras de Trabajo de toda la región, reunidos en la XXII Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo (CIMT), aprobaron hoy la Declaración de Bogotá: "El Futuro del Trabajo en las Américas: cimentando la paz, la justicia social y la acción climática". Este documento sienta las bases para enfrentar los desafíos laborales más urgentes de la región, aprovechar oportunidades en una era de rápida transformación tecnológica, y articular las medidas de protección medioambiental con la creación de empresas sostenibles. Asimismo, se aprobó Plan de Acción de Bogotá con medidas concretas para avanzar hacia esas metas.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, asistió a la ceremonia de clausura, donde invitó a establecer un pacto laboral global que incluya un uso regulado de la inteligencia artificial, energías limpias y justicia social. “Prestar atención tanto a la crisis climática como a la inteligencia artificial implica hablar de nuevas alianzas democráticas, creando un pacto laboral con poder público global desde la humanidad, su diversidad y sus culturas”, dijo el presidente. Asimismo, el Jefe de Estado subrayó la importancia de establecer un pacto laboral que permita regular la inteligencia artificial, en beneficio de la vida, la prosperidad humana y el reequilibrio con la naturaleza.
Organizada por la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el Ministerio de Trabajo de Colombia, la conferencia de alto nivel subrayó la necesidad de una acción regional rápida y coordinada. Los ministerios de la región reconocieron el impacto crítico de las tecnologías emergentes y la transición hacia economías más verdes, destacando la importancia de configurar mercados laborales que sean inclusivos y resilientes. En la conferencia, Colombia asumió oficialmente la presidencia de este mecanismo ministerial por los próximos tres años.
La Embajadora Elizabeth Darius-Clarke, Representante Permanente de Santa Lucía ante la OEA y Presidenta del Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral (CIDI) de la Organización, afirmó: “Estos dos días han establecido el escenario para el trabajo que debemos emprender ahora. La Declaración y el Plan de Acción de Bogotá no son sólo documentos, trazan un curso para abordar los desafíos que tenemos por delante y aprovechar las oportunidades que se nos presentan. Nuestro compromiso con el futuro del trabajo exige más que palabras; exige acción”.
Por su parte, el Secretario General Adjunto de la OEA, Néstor Mendez, dijo: “Estamos convencidos que con los acuerdos hechos, la Declaración y el Plan de Acciónde Bogotá, tenemos la ruta clara para crear mejores condiciones para la gente de la región en los próximos tres años”. El Secretario General Adjunto agradeció al país anfitrión y señaló: “El compromiso y liderazgo de Colombia en los temas tratados han sido claves para que esta Conferencia crezca y se fortalezca”.
Para garantizar que se cumplan los compromisos de la Declaración, las ministras y ministros también adoptaron el Plan de Acción de Bogotá, una hoja de ruta concreta para la cooperación regional. El Plan pone énfasis en la necesidad de políticas públicas integradas y la necesidad de fortalecer la capacidad institucional de los Ministerios de Trabajo. En el centro del Plan está la promoción del diálogo social y el tripartismo, asegurando que gobiernos, empleadores y trabajadores colaboren para crear un futuro del trabajo más equitativo y sostenible.
Cerrando el encuentro, la ministra de Trabajo de Colombia, Gloria Inés Ramírez, destacó que por primera vez en el marco de estas conferencias “se ha superado el tema de la seguridad y la salud en el trabajo para fortalecer una ruta que no solo protege al planeta, sino también a la humanidad”, así como “los cambios y la transformación laboral impulsados por el impacto de las tecnologías”
La ministra se refirió a la ruta de acción construida durante la conferencia y señaló que en ella se definen tres retos fundamentales en los que se debe trabajar: “cimentar la paz, hacer justicia social, y la acción climática”.
En su Declaración conjunta, los Ministros y Ministras de Trabajo y Jefes de Delegación reafirmaron su compromiso de:
· Promover la justicia social, la equidad de género y racial, y combatir la discriminación y la violencia en el lugar de trabajo.
· Abordar los desafíos y oportunidades que plantean las tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial y las plataformas digitales, avanzando en políticas que protejan los derechos de los trabajadores en estas nuevas formas de empleo.
· Resaltar la importancia del tripartismo y el diálogo social entre gobiernos, empleadores y trabajadores para configurar un futuro del trabajo justo, equitativo y centrado en las personas.
· Garantizar que la transición hacia economías verdes y azules priorice transiciones justas, proteja los derechos de los trabajadores y fomente la creación de empresas sostenibles.
De cara al futuro, los Estados Miembros liderarán la implementación del Plan, impulsando esfuerzos hacia un futuro del trabajo más inclusivo y sostenible en la región. La OEA, a través de su Secretaría Ejecutiva para el Desarrollo Integral (SEDI) y la Red Interamericana para la Administración Laboral (RIAL), continuará brindando asistencia técnica y fomentando la colaboración y el intercambio de conocimientos, asegurando que los compromisos asumidos durante la conferencia se traduzcan en acciones concretas y transformadoras.
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