Directora de obra alemana polémica denuncia amenazas contra el equipo
Stuttgart, 18 oct (dpa) - La artista Florentina Holzinger denunció amenazas y discurso de odio contra su equipo después de ser noticia por mostrar monjas desnundas, sangre real e intervenciones médicas en su performance operística "Sancta".
"Mi Instagram está lleno de retórica inquisitoria", dijo la coreógrafa austriaca de 38 años en una entrevista con la revista "Monopol".
Añadió que le dicen que es un diablo y una satanista que no sabe nada de artes escénicas. Para ella y su equipo, sin embargo, eso es motivo para seguir. Holzinger dijo que evidentemente es necesaria y que aún hay muchos temas feministas sin procesar.
"De ninguna manera voy a permitir que me censuren, pero me parece triste que ahora tengamos que tomar medidas de seguridad para el show, para protegernos del público", añadió.
También dijo que "Sancta" es una obra muy especial, porque es bella y trata temas centrales como la libertad, el amor y la comunidad. "Eso no responde a la representación mediática. Por eso espero que muchas personas vean la obra y puedan hacerse su propia idea".
Desde hace años Holzinger genera estupor con sus trabajos en el mundo del teatro. Suele poner en escena cuerpos femeninos desenfadados, incluye escenas de acción peligrosas y no duda en incluir la estética "trash". En "Sancta", incluye escenas de amor lésbico con provocativa claridad, ridiculiza los rituales cristianos y denuncia la opresión sexual de la mujer.
A pesar de que la obra es solo para mayores de 18 y de que hay advertencias impresas y en la web, la performance deja estupefactos a los espectadores en Stuttgart. En las primeras dos representaciones tuvieron que ser asistidas 18 personas, que en parte sintieron náuseas, comunicó la Ópera Estatal. En tres casos, fue necesario recurrir a un médico.
"Desde nuestro punto de vista, al público no le pasó nada muy diferente de lo que pasa en mi carrera una y otra vez desde hace diez años", dijo Holzinger. La obra ya se presentó con menos reacciones en Schwerin y Viena.
"Pero Stuttgart tiene un teatro extremadamente grande. Eso lleva a que más personas abandonen la sala", dijo la artista. "Además, tengo la sensación de que el público en los otros dos lugares está más en contacto con el mundo de la danza, el teatro y la performance". Añadió que los espectadores en Stuttgart responden más a un perfil clásico, quizá con poca experiencia en el teatro experimental.
El teatro, con capacidad para unos 1.400 espectadores, advierte expresamente en su página web de que la representación de la artista austriaca muestra actos sexuales explícitos, así como representaciones y descripciones de violencia sexual. También se puede ver sangre real y falsa, piercings y una herida. Se utilizan efectos estroboscópicos, ruidos fuertes e incienso.
Después de Stuttgart, la obra podrá verse a finales de noviembre en el teatro Volksbühne de Berlín en dos veladas con todas las entradas agotadas.
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