Portugueses y españoles reviven el Tratado de Alcañices en la aldea lusa de Sortelha



 EFE

Lisboa, 20 sep (EFE).- La aldea lusa de Sortelha, enclavada en la frontera hispanolusa y en la que residen tres personas, espera desde este viernes y durante el fin de semana alrededor de 6.000 turistas de Portugal y España para celebrar el evento 'Murallas con historia', con el que buscan revivir el Tratado de Alcañices.


Se trata de la "mejor aldea turística del mundo", según el galardón que le otorgó este año la Organización Mundial del Turismo. Un pueblo amurallado, situado en la antigua frontera entre Castilla y Portugal, que en esta edición "se convertirá en una villa medieval que viajará al siglo XIII", explicó hoy a EFE Vítor Proença, alcalde de Sabugal, municipio al que pertenece Sortelha, en la región Centro portuguesa.


Este evento, con diferentes actividades medievales, mercados, recreaciones e, incluso, simulaciones de las batallas que se libraron entre los diferentes reinos de la península ibérica, acoge cada año a miles de turistas españoles, ya que está situada en la frontera próxima a las provincias de Salamanca y Cáceres.


Esta localidad se ha convertido en uno de los enclaves rurales más visitados de Portugal, por su singularidad y conservación de sus edificios, la mayoría del estilo manuelino luso.


 Sortelha está entre las doce 'Aldeias Históricas'


Además, forma parte de la red de las doce 'Aldeias Históricas' de Portugal, una marca de pueblos medievales ubicados en la antigua frontera entre los dos países, antes del Tratado de Alcañices, suscrito en 1297 por la Corona de Castilla y el Reino de Portugal.


El beso eterno Durante las visitas guiadas al municipio, los turistas podrán descubrir este fin de semana la afamada leyenda del beso eterno para recordar los conflictos bélicos medievales que se libraron en la península ibérica entre moros y cristianos. La leyenda versa sobre dos grandes piedras berroqueñas situadas en el castillo de Sortelha que parece que se están besando y que dieron pie a la confección del relato.


En la época de la Reconquista, la hija del conde que dominaba el castillo, Constancia, y el jefe de las tropas moras, Sair, se enamoraron durante la batalla y, al intentar huir juntos, la madrastra de la enamorada los petrificó con un hechizo cuando se estaban besando, según la historia legendaria. EFE