Cerveza, salchicha y coches grandes: la realidad de las costumbres alemanas

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Por Gregor Tholl (dpa)


Cuando uno piensa en Alemania se imagina tomar cerveza, comer salchichas, ver la Bundesliga y conducir un coche de tamaño importante. Para muchos, la cultura alemana también incluye visitar sus bares.


Pero las estadísticas muestran cómo y hacia dónde evoluciona Alemania realmente con estos estereotipos. Hay asombrosamente mucho movimiento y tendencias sorprendentes en las aparentemente indestructibles tradiciones alemanas.


En el exterior, muchos piensan sobre todo en la cerveza cuando oyen la palabras "Germany", especialmente en la Fiesta de la Cerveza en Múnich. "El arte cervecero es una seña de identidad de Alemania", asegura la Asociación Alemana de Cerveceros.


Pero se enfrenta a un desarrollo muy potente. En los últimos 25 años el consumo per cápita cayó en el país alrededor de un tercio. A nivel nacional, se fijó en solo 88 litros, de los cuales ocho son de cerveza sin alcohol. Cinco años antes aún eran 99 litros. La evolución parece darse rápidamente. Evidentemente se brinda cada vez menos con cerveza.


Pocas cosas parecen ser más alemanas que la salchicha: se asan salchichas en verano, se incluyen en el menú de Nochebuena o se pide salchicha al curry en la cantina. Para muchos turistas probar las diferentes especialidades forma parte de una visita a Alemania.


Pero la Asociación de Fabricantes de Salchichas y Embutidos se enfrenta a una realidad amarga: el consumo per cápita de productos cárnicos como salchichas y embutidos está cayendo en toda la población.


Si hace diez años aún eran casi 30 kilos, ahora son solo unos 25 por año. En el consumo de carne con un total de 52 kilos por persona incluso son casi diez kilos menos que en 2014. Entre las carnes, la de cerdo con 27,5 kilos per cápita aún sigue encabezando la lista cómodamente, pero hace diez años también aquí eran diez kilos más.


Bares sigue habiendo, pero cada vez menos. Desde hace algún tiempo en Alemania se registra un enorme cierre de estos locales. Aproximadamente un tercio de los establecimientos que venden bebidas alcohólicas tuvieron que cerrar en los últimos años. 


Según la asociación Dehoga, que reúne a hoteleros y gastronómicos, en base a la Oficina Federal de Estadística, en 2015 aún había unos 31.000 bares. En 2019 eran casi 29.000, pero en el 2022 solo 21.000. Las cifras de 2023 se publicarán recién en marzo de 2025.


En el medio estuvo la pandemia de coronavirus con sus devastadores efectos sobre el sector gastronómico y la tradición de salir. Los crecientes costos de la energía, el alquiler y el personal hicieron el resto.


Alemania es un país de coches. "En Alemania se inventó el automóvil. El coche de pasajeros, el camión y el autobús", señala la Asociación Alemana de la Industria Automotriz (VDA). "También el motor eléctrico fue inventado en Alemania".


Con el movimiento ambientalista relativamente fuerte algunos creen que en Alemania posiblemente se esté usando menos el automóvil y el transporte individual. Pero esa presunción es falsa. Hace diez años había unos 44 millones de automóviles en Alemania. Hoy son más de 49 millones.


La mayor tasa de crecimiento en relación a la cifra de automóviles autorizados fue registrada recientemente en el segmento de los SUV, vehículos utilitarios deportivos o todoterreno, de los cuales hay alrededor de seis millones, aproximadamente el doble que hace cinco años. Y es que en Alemania hay que conducir coches importantes.


La Bundesliga, a su vez, figura entre las más importantes del mundo. Pero en la cifra de visitantes hay una tendencia hacia la baja. Si en la temporada 2018/19 aún había 13,3 millones de espectadores en los partidos de la primera división, en la temporada 2023/24 se contabilizaron 11,9 millones.


En cuanto al teatro, Alemania desarrolló uno de los paisajes teatrales probablemente más ricos del mundo. Eso se debe a que durante siglos en el territorio alemán hubo muchos pequeños estados y soberanos con su propia corte, en la que muchas veces se fundaba un teatro. Cada año en Alemania son más las personas que visitan un teatro que un estadio de fútbol.


Pero también aquí hay una tendencia a la baja. En la época pre-pandemia (temporada 2018/19) se contabilizaron 22,9 millones de espectadores teatrales. Ahora son un 19 % menos. Según la estadística más reciente de la Asociación Teatral Alemana (2022/23, primera temporada teatral "normal" después de tres temporadas marcadas por la pandemia) en Alemania hubo un público de 18,6 millones de espectadores.