Hamburgo/Múnich, 28 ene (dpa) – Las centrales eólicas del mar del Norte podrían suministrar mucha más electricidad en Alemania, pero debido a la sobrecarga de las redes en tierra, las turbinas tienen que apagarse una y otra vez provocando un rendimiento mucho menor.
Según declaraciones del operador de red Tennet a dpa, las turbinas eólicas del mar del Norte suministraron 19,24 teravatios hora (TWh) de energía eólica en 2023, un nueve por ciento menos que en 2022, debido a los cuellos de botella de la red terrestre. Los 19,24 TWh equivalen a cubrir la demanda anual de unos seis millones de hogares.
"Debido a la persistencia de numerosos cuellos de botella en la red eléctrica terrestre, la (energía de) los grandes parques eólicos del mar del Norte debe reducirse cada vez más", indicó Tim Meyerjürgens, director general de Tennet.
Agregó además que en el norte de Alemania no hay suficientes centrales eléctricas convencionales grandes que puedan ajustar su producción y poder así reducirla cuando hay un exceso de la generada por el viento, por lo que entonces se ven obligados a reducir la producción de los parques eólicos.
Según datos de Tennet, la producción de energía eólica en Alemania, tanto de la marítima como de la generada en tierra, fue de 148,97 TWh en 2023, 26,18 TWh más que el año anterior. La proporción de energía producida por los parques eólicos del mar del Norte disminuyó unos cuatro puntos porcentuales, lo que supone alrededor del 13 por ciento del total.
Por otro lado, los parques eólicos en el mar Báltico, que están en la zona de la red de la compañía 50 Hertz, generaron 4,17 TWh el año pasado, 0,55 TWh más que en 2022.
La capacidad potencial de los parques eólicos en el mar del Norte alemán aumentó el año pasado en 70 megavatios, llegando a 7.106 megavatios. El valor máximo de energía inyectada a la red se registró el 1 de abril y fue de 6.491 megavatios.
Economistas alemanes y empresas del sector predicen que se necesitarán miles de millones de euros en los próximos años para estabilizar la red. Señalan los retrasos en la ampliación de la misma y la falta de generación de energía renovable en el sur del país, donde se asientan muchas grandes industrias.
Según los expertos, estos factores exigen una costosa gestión de los cuellos de botella de la red.
Aunque no hay cifras disponibles para 2023 en su conjunto, la Agencia Federal de Redes cifra estos costes en el primer semestre en más de 1.600 millones de euros (1.700 millones de dólares). El coste en 2022 ascendió a 4.200 millones de euros, debido en parte a la subida del precio del gas natural.
Tennet prevé que pasarán 10 años antes de que las intervenciones -redistribuciones- para estabilizar la red puedan reducirse al mínimo.
Como consecuencia del desequilibrio entre el norte y el sur de Alemania, en el sur hay que recurrir a centrales eléctricas convencionales alimentadas con combustibles fósiles, que producen una energía mucho más cara que la producida por renovables en el norte.
Según un portavoz de la Agencia Federal de Redes, en 2022 se desperdició casi el tres por ciento de la energía renovable.
"Los costes de redistribución son gastos que se pierden y no tienen ningún beneficio económico, mientras que la inversión en infraestructuras eléctricas se amortiza a largo plazo", apuntó una portavoz de Tennet.
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