Berlín, 7 jul (dpa) - El Gobierno alemán manifestó hoy su confianza en los argumentos de Estados Unidos para una posible entrega de bombas de racimo a Ucrania en su lucha contra Rusia, no sin reiterar su adhesión al tratado internacional que prohíbe dichas municiciones.
"Estamos seguros de que nuestros amigos estadounidenses no tomaron a la ligera la decisión de suministrar la munición correspondiente", declaró el portavoz gubernamental, Steffen Hebestreit, al comentar las informaciones sobre el posible envío.
Hebestreit, a su vez, explicó que el uso de las también conocidas como bombas de fragmentación se daría en Ucrania bajo "un marco de condiciones especiales". "Ucrania está utilizando una munición para proteger a su propia población civil. Se trata de un uso por parte de su propio Gobierno para liberar su propio territorio", argumentó.
"Por tanto, también debemos recordar de nuevo que Rusia ya ha utilizado municiones de racimo a gran escala en una guerra de agresión contra Ucrania en violación del derecho internacional", añadió.
El diario estadounidense "New York Times" y otros medios de comunicación informaron el jueves, citando fuentes gubernamentales, que el Gobierno presidido por Joe Biden planea suministrar municiones de racimo a Ucrania. Ambos países no se cuentan entre los firmantes del tratado internacional que prohíbe su uso.
El Pentágono, sin embargo, no quiso confirmarlo. Según la televisora CNN, los planes podrían anunciarse oficialmente hoy mismo.
Las municiones de racimo son misiles y bombas que estallan en el aire sobre el objetivo, dispersando o liberando muchos artefactos explosivos de menor tamaño que son conocidos como submuniciones o bombetas.
Este tipo de munición es criticado porque un porcentaje significativo de los artefactos explosivos no suelen detonar, sino que permanecen en el lugar donde caen sin explotar, poniendo en peligro a la población.
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