Berlín, 5 jul (dpa) - El Gobierno alemán aprobó el proyecto del presupuesto de 2024 con recortes significativos con respecto al del año en curso, según informaron hoy fuentes gubernamentales a dpa.
Tras largas deliberaciones, el Gabinete federal decidió presentar al Parlamento (Bundestag) un presupuesto por 445.700 millones de euros (484.500 millones de dólares). El presupuesto de 2023 asciende a 476.300 millones de euros.
Tras los gastos adicionales de los años anteriores a causa de la pandemia de coronavirus y la crisis de los precios de la energía, ahora se decidió adoptar un rumbo de austeridad.
El endeudamiento nuevo será de 16.600 millones de euros en 2024. Con ello se pretende cumplir el freno de la deuda anclado en la Ley Fundamental (Constitución), que limita el endeudamiento estatal al 0,35 por ciento del producto interno bruto (PIB), salvo en situaciones excepcionales como las de los últimos años.
Según el nuevo presupuesto, el Ministerio de Familia tiene que recortar su mayor partida, la del subsidio parental. Los que más ganan ya no recibirán esta prestación, sino solo los padres que juntos no ganen más de 150.000 euros al año. Hasta ahora, este límite era de 300.000 euros.
El canciller Olaf Scholz defendió el recorte previsto del subsidio parental para las familias con rentas altas. Refiriéndose al actual límite de ingresos de 300.000 euros anuales, dijo hoy en una interpelación al Gobierno en el Bundestag: "Eso es mucho, mucho". Scholz remarcó que lo esencial sigue siendo animar a más padres a tener hijos.
Los sindicatos, en tanto, criticaron duramente los ahorros previstos en el presupuesto de 2024, especialmente en el sector social. "La política de recortes es innecesaria, antisocial y perjudicial para la política económica", declaró a dpa Stefan Körzell, miembro de la junta directiva de la central sindical DGB.
Según Körzell, el Gobierno está enviando una señal equivocada con el presupuesto, porque los recortes presionan de forma directa la demanda interna y los resultados económicos.
En forma coincidente se pronunció la presidenta de la organización de ayuda humanitaria VdK, Verena Bentele. "En vista de la precaria situación económica actual, esto es contraproducente en términos de política económica", dijo al diario "Augsburger Allgemeine".
"Un Estado del bienestar fuerte es la base de nuestra sociedad, no debemos permitir que empiece a desmoronarse y romperse", comentó Bentele, a la vez que pidió mejoras especialmente en los ámbitos de la ayuda básica por hijo prevista, así como en las subvenciones al seguro de enfermedad y de dependencia. "En Alemania, tres millones de niños crecen en la pobreza", especificó.
Según el presidente del sindicato de trabajadores metalúrgicos IG Metall, Jörg Hofmann, el hecho de que se vaya a ahorrar en subsidios de asistencia o parentales, entre otras cosas, no es "ni sensato ni considerado".
El Gobierno "se ha puesto en esta situación porque descartó subidas de impuestos y, en un año marcado por la guerra y la inflación, volvió a agudizar el freno de la deuda ya para 2023, lo que le ha quitado el margen de maniobra necesario tras la crisis", criticó Hofmann en referencia a la limitación constitucional al endeudamiento estatal.
Körzell fue aún más explícito: "El freno de la deuda es un freno para el futuro", criticó. El directivo sindical reclamó más gasto público y "grandes inversiones" en transporte, infraestructuras y digitalización. "En China y Estados Unidos se están invirtiendo cientos de miles de millones en el futuro. Si Alemania se ralentiza aquí, saldrá perdiendo durante mucho tiempo".
Tras la decisión del Gabinete, el proyecto pasa ahora al procedimiento de aprobación parlamentaria. Por regla general, en él aún se introducen algunos cambios significativos. Se espera que el Bundestag apruebe el presupuesto a principios de diciembre.


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