Comunicado conjunto de la Secretaría General de la OEA y la Coalición LGBTTI & TS



OEA 

En junio, mes del orgullo de las personas LGBTI, la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Coalición LGBTTTI & TS reafirmamos nuestro compromiso por procurar que todas las personas LGBTI puedan alcanzar el disfrute efectivo de una vida digna.


Aplaudimos los avances en la tutela de los derechos humanos de las personas LGBTI en las Américas. Especialmente, destacamos la despenalización de las relaciones consensuales entre personas del mismo sexo. Estas acciones son fundamentales para la desestigmatización social y jurídica de las personas LGBTI, e indispensables para el disfrute pleno de los derechos sexuales, el derecho a la privacidad y el derecho a la familia.


A pesar de los avances en ciertos ámbitos, manifestamos nuestra preocupación por la violencia de la que son víctimas las personas LGBTI, en especial las mujeres trans y trabajadoras sexuales. Hacemos un llamado a todos los Estados Miembros a adoptar políticas públicas preventivas, enfocándose en eliminar los prejuicios y estigmas a los que están sujetas las personas LGBTI.


Las organizaciones LGBTI advierten sobre un aumento en los discursos de odio contra las personas LGBTI. Particularmente, llamamos la atención a la especial intensidad de los ataques contra las personas trans, especialmente en lo relativo al reconocimiento de su identidad de género. Estos discursos vulneran el libre desarrollo de la personalidad y el derecho a la privacidad. Alertamos sobre el peligro que implica la inclusión de discursos de odio en las políticas estatales y el retroceso que amenaza a la región. Estas medidas son contrarias al principio de igualdad y no discriminación y contravienen la obligación de respeto y garantía de los derechos humanos.


Convocamos a los países de la región a adoptar legislación y políticas públicas para el reconocimiento legal de la identidad de género y el respeto a la orientación sexual de las personas LGBTI. Esto incluye la adopción de normativa de protección en el trabajo, para las personas migrantes, de tutela a las familias LGBT, así como la prohibición de las terapias de conversión y de cualquier medida que ataque o vulnere a las infancias y adolescencias LGBTI.


Reconocemos el trabajo de las organizaciones de sociedad civil y activistas en la región, quienes son fundamentales en el proceso democrático y en el avance por el reconocimiento de los derechos humanos.