Alemania atraviesa una gran crisis futbolística a un año de la Eurocopa



Hamburgo, 30 jun (dpa) - Las piedras angulares del fútbol germano atraviesan problemas muy parecidos cuando resta exactamente un año para la Eurocopa 2024 que se disputará en Alemania.


La selección absoluta fracasó en el Mundial de Catar. El club más importante de Alemania, el Bayern Múnich, se desarmó parcialmente. La Liga de Fútbol Alemana (DFL), entidad rectora de la Bundesliga, pasó meses buscando quien la diriga.


Y, por último, la selección sub-21, defensora del título, no ganó ni un solo partido y quedó eliminada de la Eurocopa ya en la fase de grupos tras cosechar un empate y dos derrotas.


El exentrenador de la sub-21, Stefan Kuntz, dijo a dpa que la temprana eliminación de los juveniles alemanes de la Eurocopa y la actuación de los jóvenes en los últimos amistosos de la selección mayor son la "última advertencia".


A principios del milenio, la introducción obligatoria de los centros de formación de jóvenes en los clubes profesionales fue una de las razones más importantes del vertiginoso ascenso de la selección alemana. El equipo germano pasó de hazmerreír de la Eurocopa del 2000 a campeón del mundo en 2014.


Sin embargo, muchos expertos coinciden en que lo que se enseña en los centros y cómo se enseña es una de las principales causas de la crisis actual.


"Hemos perdido distancia en comparación con los mejores de Europa", sostuvo Joti Chatzialexiou, director deportivo de las selecciones nacionales de la Federación Alemana de Fútbol (DFB). En el fútbol juvenil alemán ya no se forman especialistas. Faltan centrodelanteros, laterales e individualidades.


El veterano entrenador de juveniles, Gora Sen, y el científico deportivo, Leo-Jonathan Tessmann, escribieron el libro "Fábrica de ideas juvenil. ¿Cómo podemos hacerlo mejor?".


En una entrevista concedida al diario "Tagesspiegel", Sen afirmó que los centros de rendimiento "han degenerado básicamente en fábricas" donde todo se academiza y se presiona en esquemas tácticos. "Por eso tenemos muchos jugadores híbridos incompletos que son un poco de todo, pero que ya no defienden nada como es debido".


El hecho de que exista un vacío de liderazgo en la cúpula y que sea difícil o imposible encontrar estrategias comunes es un problema omnipresente en el fútbol alemán. En la DFB, Bernd Neuendorf es el cuarto presidente en solo ocho años. En la DFL, Donata Hopfen solo estuvo al frente un año.


Cuando los dos nuevos directores de la DFL, Marc Lenz y Steffen Merkel, asuman el cargo la próxima semana, el mayor problema de la organización que agrupa a los 36 clubes profesionales alemanes estará lejos de resolverse.


Se trata de la incapacidad de estos 36 clubes para encontrar un camino común y dejar atrás sus propios intereses. ¿Es más importante para ellos una competición nacional lo más equilibrada posible? ¿O la competitividad internacional de unos pocos clubes?


"Hay un problema de liderazgo en el fútbol alemán", afirmó el veterano entrenador Felix Magath. "Ya casi nadie se atreve a tomar decisiones. Todo el mundo intenta no meterse en líos".


Los equipos más importantes del fútbol germano revelaron recientemente casi las mismas debilidades, tales como la vulnerabilidad en el trabajo defensivo compacto, en la garra y en los contraataques rápidos.


"Hemos perdido nuestra identidad", se quejó Magath. O como dijo Stefan Kuntz sobre la sub-21 alemana: "Echaba de menos al jugador que grita de rabia en la cancha y se enoja porque pierde 0-1".


Para el técnico, de 60 años, la crítica a la actitud también tiene que ver con la formación de los jóvenes.


"Ya ni siquiera tienen que resolver ellos mismos los conflictos", opinó Kuntz. "Si no juegan, los padres hablan con el entrenador. Si hay problemas en la escuela, los padres acuden al profesor. Se hace demasiado poco hincapié en la responsabilidad individual. No es solo un problema futbolístico, sino social".