23 años después: Macron llega el domingo a Alemania en visita de Estado
Por Michael Fischer, Ulrich Steinkohl y Michael Evers (dpa)
Berlín/París, 30 jun (dpa) - Una recepción con honores militares en Ludwigsburg, un paseo por el Spree berlinés y un discurso en la Iglesia de Nuestra Señora de Dresde: no faltarán imágenes simbólicas en la primera visita de Estado de un presidente francés a Alemania en 23 años.
El presidente Emmanuel Macron llegará a la ciudad de Marbach, cerca de Stuttgart, el domingo por la noche con su esposa, Brigitte, y hará escala en tres estados federados durante su visita de dos días. Su objetivo es dar un nuevo impulso a las relaciones franco-germanas, que últimamente han sido bastante turbulentas.
El viaje se realiza a pesar de los disturbios en Francia tras el tiroteo mortal de un joven de 17 años a manos de un policía en un suburbio de París.
Se espera que los Macron lleguen el domingo por la noche. El lunes por la mañana serán recibidos con honores militares por el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, y su esposa, Elke Büdenbender, ante el enorme Palacio de Ludwigsburg, donde en 1962, el presidente Charles de Gaulle pronunció el "Discurso a la Juventud".
Ese discurso allanó el camino para la firma del Tratado del Elíseo con el que se puso fin a décadas de enemistad franco-alemana.
De Gaulle había liderado la resistencia contra los ocupantes alemanes. En Ludwigsburg, se dirigió a los jóvenes alemanes en la lengua de sus antiguos enemigos. "El futuro de nuestros dos pueblos es la piedra angular sobre la que puede y debe construirse la unidad de Europa", dijo.
En Berlín, Steinmeier y Macron asisitirán a un campamento organizado por la Oficina Franco-Alemana de la Juventud, en el que 20 jóvenes alemanes, franceses y ucranianos pasan una semana debatiendo sobre temas que les interesan.
El lunes por la noche están invitados al banquete de Estado en el parque del Palacio de Bellevue.
El canciller alemán, Olaf Scholz, que suele ser el interlocutor de Macron en Berlín, solo tiene un papel secundario esta vez. Participa en un paseo en barco de 15 minutos desde el Palacio de Bellevue hasta el Bundestag (Parlamento) y en un posterior paseo hasta la Puerta de Brandemburgo.
En general, Macron estará acompañado por el presidente Steinmeier, quien lo invitó y será su anfitrión.
El martes, un tren les llevará a Dresde, donde Macron y Steinmeier visitan el Instituto Fraunhofer de Sistemas de Energía Solar. Dresde es uno de los principales emplazamientos europeos de alta tecnología, y es precisamente en este ámbito donde el Gobierno francés ve nuevas oportunidades de cooperación entre ambos países.
El cierre de la visita de Estado será la comparecencia de Macron ante la Frauenkirche (Iglesia de Nuestra Señora) de Dresde.
El "muy importante discurso", según fuentes del Gobierno francés, versará sobre cómo pueden aprovecharse las relaciones entre ambos países para un mayor desarrollo de la Unión Europea.
Hasta ahora no hay una visión común entre los Gobiernos de Alemania y Francia sobre el papel de Europa en el mundo. Macron y Scholz han expresado ideas diferentes al respecto.
El presidente francés ha propuesto la idea de una Europa convertida en una superpotencia entre Estados Unidos y China con la mayor "autonomía estratégica" posible.
Scholz ve las cosas de otro modo. "Los nostálgicos del sueño de una potencia mundial europea, que sirven a fantasías nacionales de gran potencia, están anclados en el pasado", sostuvo el canciller.
Además, el socialdemócrata subraya siempre lo importante que es para él la asociación transatlántica con Estados Unidos.
Scholz y Macron no empezaron con buen pie, tras el cambio de gobierno en Alemania en diciembre de 2021. Hubo reiteradas diferencias, sobre todo en política energética y de defensa.
En su discurso inaugural sobre política europea en Praga, hace un año, Scholz ni siquiera mencionó a Francia, lo que no sentó nada bien en París.
Desde hace unos meses, sin embargo, ambas partes intentan ponerse de acuerdo. En enero, los dos Gobiernos celebraron juntos en París los 60 años del Tratado del Elíseo.
Hace unas semanas, Macron se convirtió en el primer jefe de Estado en visitar al canciller en su residencia de Potsdam. La visita de Estado se suma ahora a estos intentos de acercamiento.
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