Hamburgo, 13 jun (dpa) - La situación en dos grandes incendios forestales en el estado federado alemán de Mecklemburgo-Pomerania Occidental volvió a agravarse hoy tras una noche relativamente tranquila.
En una antigua zona de entrenamiento militar cerca de Lübtheen, al sudeste de Hamburgo, muy contaminada con munición de la Segunda Guerra Mundial, se oyeron varias explosiones. "Cada detonación actúa como un catalizador", declaró el administrador del distrito de Ludwigslust-Parchiom, Stefan Sternberg.
Continúa evacuado además el pueblo de Volzrade, amenazado por la cercanía de las llamas. Los bomberos están regando el suelo del bosque en los alrededores en un intento de detener su avance.
En el otro incendio forestal cerca de Hagenow, el fuego se expandió de 35 a 45 hectáreas durante la noche, según las autoridades. A última hora de la tarde del lunes, los incendios habían alcanzado una extensión de unas 100 hectáreas cerca de Lübtheen y de 35 hectáreas cerca de Hagenow.
En 2019, el mayor incendio forestal de la historia de Mecklemburgo-Pomerania Occidental ya había arrasado casi 1.000 hectáreas en la antigua zona de entrenamiento militar cercana a Lübtheen.
También en otras regiones de Alemania los bomberos luchaban hoy contra las llamas. Según el distrito de Hochtaunus, al noroeste de Fráncfort, el incendio que se declaró el lunes en Hesse "arderá ahora de forma controlada". Alrededor de cuatro hectáreas de terreno están afectadas por el fuego y hay desplegados unos 200 bomberos, según un portavoz.
Sigue activo asimismo y se reavivó en la noche del lunes un incendio en el bosque cercano a Jüterbog, al sur de Berlín, que se declaró por primera vez a finales de mayo y lleva días desafiando los esfuerzos de los equipos antiincendios.
Christiane Lindner-Klopsch, una alta funcionaria de Jüterbog, dijo hoy que unas dos hectáreas de bosque siguen ardiendo a varios cientos de metros de un cortafuegos y que solo cuando el fuego se acerque a esas franjas será posible que los bomberos intenten extinguirlo desde allí.
La zona solía ser un área de entrenamiento militar y los bomberos no pueden internarse en el bosque porque todavía hay mucha munición sin detonar en el suelo.
Lindner-Klopsch precisó que un dron sobrevolará la zona a lo largo del día para que los bomberos puedan tener una visión general desde arriba. Si bien el fuego sigue sin estar controlado, añadió que la situación ya no es tan tensa como el fin de semana.
Brandeburgo, el estado que rodea Berlín, es el más afectado en lo que se refiere a artefactos explosivos sin detonar. Las municiones que contienen fósforo son motivo de especial preocupación en una región con bosques de abetos, precipitaciones moderadas y suelo arenoso que drena rápidamente. Cientos de hectáreas de bosque fueron destruidas por el fuego allí ya el verano europeo pasado.
El índice de peligro de incendios forestales del Servicio Meteorológico Alemán (DWD) lleva días mostrando en el mapa del país alarmantes manchas de color rojo y rojo oscuro. El peligro es especialmente grande en el noreste, donde en muchos lugares se aplica el máximo nivel de alerta.
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