Para el jefe militar en Amazonas, es más grave que una joven venezolana entre a una zona minera a que el ELN la tenga secuestrada



 INFOBAE - SEBASTIANA BARRÁEZ

Denny Yerimar Carrasquel lleva más de 50 días bajo cautiverio, pero las autoridades castrenses no hacen caso ante los reclamos de los familiares y la comunidad local: “No podemos hacer mucho”

El presidente colombiano Gustavo Petro acaba de apostarse un éxito con el cese al fuego bilateral con el ELN por seis meses, que empieza el 3 de agosto, en vías a iniciar las conversaciones de paz. Mientras tanto en el estado venezolano estado Amazonas han pasado 52 días desde que el grupo de Alex El Bonito, jefe local del ELN, se llevó a Denny Yerimar Carrasquel González de la mina Cacique del parque Nacional Yapacana.


El máximo jefe en la zona es alias El Viejo. Hubo testigos de lo sucedido, mientras la joven gritaba pidiendo auxilio. Nadie la ayudó, pero sí vieron, porque el grupo guerrillero colombiano impone su ley de muerte, secuestro y extorsión en el territorio, a pesar del fuerte operativo que tiene el Ejército venezolano contra la minería ilegal.


El 5 de mayo, dos semanas después del secuestro de la joven madre de 29 años, se dio a conocer, en un portal de frontera, y por primera vez, su desaparición y varios medios se hicieron eco, así como habitantes amazonenses, quienes ejercen presión sobre funcionarios y organismos del Estado para que se pronuncien. El Ministerio Público abrió una investigación y el fiscal Eliécer Medina instruyó al Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC) para las investigaciones policiales.


Por la Defensoría Tercera está a cargo de la doctora Alexis Franco. El jefe de la Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI) Amazonas, General de División José Ramón Maita González, quien habló con familiares de Denny Carrasquel, no ha actuado con la diligencia del caso, porque al parecer para él es más grave que la joven estuviera en la zona minera y no que haya sido secuestrada por un grupo armado colombiano que invade el territorio venezolano; se limitó a responder que “no podemos hacer mucho porque no somos órganos de investigación y lo único que podríamos hacer es monitorear el trabajo del CICPC”, fue su insólita devolución.

Por otra parte, varias personas hicieron contacto con el jefe del ELN en la zona, alias El Viejo, para que intercediera en que Wilmer Albeiro Galíndez alias Alex Bonito liberara a la joven; posteriormente su respuesta es que Alex Bonito asegura que no está en su poder, aun cuando hubo muchos testigos de que fue su grupo quien la secuestró.


Así mismo, la familia de Carrasquel hizo contacto con la organización PROVEA, cuya respuesta es que estaban esperando respuesta de las autoridades colombianas y pudieran certificar si la tiene o no el ELN. Hasta ahora no hay ningún organismo, organización o funcionario civil, policial o militar que haya actuado con la diligencia necesaria para que esa organización colombiana libere a la joven. Amazonas está llena de militares sordos, ciegos y mudos ante la presencia, secuestro y extorsión del ELN.


El mensaje de voz

Después que se visibilizó que Denny Carrasquel fue secuestrada por el grupo local de Alex Bonito del ELN, esa organización empezó una estrategia macabra, que inició con el envío, el 17 de mayo, de un sonido a un familiar, donde la joven aterrada leyó un libreto, primero preguntando por cada uno de sus seres queridos más allegados, además “te estoy mandando este audio para decirte que yo no fui secuestrada por ningún grupo irregular. Yo tuve que salir huyendo de las minas por culpa del comisario Alí Pérez que trabaja en el Cicpc de Puerto Ayacucho, me buscó para que le entregara una información a él y a un señor de inteligencia colombiana sobre los militares venezolanos y los grupos irregulares”.

Denny Carrasquel como se oye en el sonido leía muy nerviosa, porque incluso el ruido del papel del escrito se percibe. Dice que ella tuvo que botar su teléfono y suplica “por favor no vayan a responder por aquí porque (este teléfono) me lo prestaron”. Pide con angustia que le diga a un familiar que deje de hacer publicaciones en las redes “porque eso me perjudica, porque por una parte me amenaza ese señor Alí Pérez y con esas publicaciones me puedo meter en problemas con esa otra gente de la guerrilla”.


“Pronto cuando baje la marea de las redes, del Gobierno, de todas esas cosas, yo voy a ver a mi hija”, dice ya sin poder contener el llanto y pide que le cuiden “a mi princesa” en referencia a su hija una niña de  diez años “dile que la amo mucho, que la extraño, que mi Dios me la bendiga todos los días. Saludos a mi mamita, que yo estoy bien”, finaliza diciendo.


Públicamente se pidió silencio y bajó la fuerte presión que había por su liberación, pero el ELN no cumplió y Denny no ha sido liberada. Desde entonces no se sabe nada de la joven desde el envío de ese sonido que no convenció a muchos familiares y amigos de Carrasquel, porque los testigos ratificaron haber visto a los hombres de Alex El Bonito cuando se la llevaron y la exigencia del pago de vacuna.


La perversa estrategia

En las minas, en Amazonas, en Venezuela y más allá de las fronteras el secuestro del ELN se ha mantenido. La organización colombiana que desencadenó la campaña para tratar de responsabilizar al funcionario del Cicpc Alí Pérez, no logró eco en la comunidad ni en los medios ni en voceros serios, así desplegó un segundo acto. A través de varias cuentas en WhatsApp, de manera anónima, y con el título “URGENTE #AMAZONAS #CICPC #ESCANDALO”, publicaron un texto insistiendo en el Cicpc llamado Alí Pérez.


Se refirieron al “supuesto secuestro de la joven Denny Yerimar Carrasquel hecho que según sucedió en la mina del Yapacana a manos de un grupo irregular. Nuestro periodista anónimo pudo conocer que la familia de la joven en cuestión recibió un audio donde la joven explica que no hubo tal secuestro…”, y finalizan diciendo “es deber de las autoridades competentes iniciar las averiguaciones pertinentes para clarificar la situación y que esta joven pueda volver a su hogar”.


La reacción fueron decenas de mensajes de quienes están seguros que Alex El Bonito secuestró a la joven para cobrarle extorsión por haber entrado a la zona minera del Yapacana a vender unas motos sin la autorización de la mafia de extorsión que el ELN tiene instalada en territorio venezolano, así como en Colombia. Incluso Pablo Beltrán, jefe de negociaciones del ELN con el gobierno de Petro, ha revelado que continuarán con el secuestro y la extorsión, que calificó como parte de las finanzas del grupo, porque esos puntos no ingresaron en los protocolos de la tregua con el Estado colombiano.


¿Es por eso que el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada venezolana (Ceofanb) hace silencio ante el secuestro de esta joven y de otros por parte de ese grupo guerrillero colombiano en territorio venezolano? ¿La débil posición de los organismos de Inteligencia y policiales venezolanos es parte de permitirle al ELN que invada nuestro territorio?


Tercer acto

Ni sonido, ni mensajes anónimos de WhatsApp seguidas de Facebook e Instagram logró posicionar la versión del ELN sobre el secuestro de la joven. Así que, el 20 de mayo, contactaron a Infobae desde un número de WhatsApp de la empresa telefónica manejada por el Estado venezolano. Lo primero que hizo la persona que no se identificó desde el número 0426-4110364 fue enviar una captura de los que habían puesto a rodar por redes sociales y el sonido diciendo que el funcionario del Cicpc tenía secuestrada a Denny Yerimar Carrasquel González.

Palabras más palabras menos manifestó que quería suministrar la información verídica de lo sucedido. “Ese capture que le envié está rodando en Puerto Ayacucho igual que ese audio”, dijo. Se negó a identificarse, mientras insistía que se publicara el anónimo y pasó de mostrarse “colaborador” a atacar “Pero entiendo que no le convenga realizar la publicación respecto a lo que le envíe”. Así siguieron varios mensajes, de quien demostraba ser parte de la organización de Alex Del Bonito que mantiene en cautiverio a Denny Carrasquel. Finalmente eliminó todos los mensajes.


Muchas personas en las minas, en el Consejo Legislativo de Amazonas, donde Yerimar Carrasquel trabajaba anteriormente, en los círculos militares y policiales, así como en el pueblo amazonense están a la espera del regreso de la joven, al senode su familia.


Una ex compañera de trabajo dijo con seguridad que Carrasquel y el esposo “subieron al Yapacana a vender unas motos a la mina Cacique, que está en toda la entrada del acceso a las minas. Con esa joda que implementaron los elenos pues toca pagar por todo. A la muchacha le estaban cobrando impuestos por pasar las motos; ella dijo que no podía. Los elenos le dijeron que sabían que ella había recogido un oro que era de un militar del ejército”.