Por Klaus Bergmann (dpa)
Fráncfort, 13 jun (dpa) - El seleccionador alemán, Hansi Flick, se enfrenta a un nuevo revés y no vislumbra un cambio de rumbo a falta de 12 meses para que el país organice la próxima Eurocopa.
En el empate 3-3 del lunes en Bremen ante Ucrania, Alemania fue abucheada por la afición antes de remontar dos goles en los minutos finales para salvar al menos algo de orgullo en el partido internacional número 1.000 de esta nación futbolera.
Flick espera mejorar -de nuevo- el viernes en Polonia y el martes de la semana que viene contra Colombia, pero también sabe que Alemania no puede permitirse un cuarto mal torneo el año que viene, tras sucesivas eliminaciones en la fase de grupos del Mundial y una eliminación en octavos de final en la última Eurocopa.
"Sabemos que tenemos mucho trabajo por delante. Estoy muy convencido con este equipo. Podemos mostrar destellos de buen fútbol. Debemos trabajar en los resultados, mejor ganando los partidos", declaró el lunes por la noche.
El organizador de la Eurocopa, Philipp Lahm, capitán de Alemania en el Mundial de 2014, opinó que Flick "debe formar un equipo" con los jugadores que tiene a su disposición.
Flick tuvo una segunda oportunidad de seguir a cargo de la "Mannschaft" a pesar de la debacle en el Mundial de Catar, pero su liderazgo sigue cuestionado, ya que Alemania solo ha ganado cuatro de los últimos 14 partidos, tras las victorias en sus ocho primeros encuentros.
Los errores defensivos volvieron a quedar evidentes el lunes, cuando Ucrania marcó tres goles en cuatro ocasiones, y un experimento con tres defensas terminó a la hora de juego, pero volverá a repetirse en Polonia y contra Colombia.
Los aficionados se preguntan si los jugadores alemanes tienen realmente la calidad que Flick dice que tienen, y si Flick les está pidiendo demasiado con sus frecuentes cambios de táctica.
Al final fueron tres suplentes los que salvaron a Alemania del bochorno y, al menos en parte, se ganaron a la hinchada: los jóvenes Jamal Musiala y Florian Wirtz, además de Kai Havertz, que marcó el segundo y asistió al capitán Joshua Kimmich en el penal que empató el partido en el tiempo añadido.
Flick dijo que al equipo le falta confianza y el defensa Antonio Rüdiger estimó que el grupo sufrió "un colapso" tras un buen comienzo, lamentando la falta de dedicación.
Para Kimmich, hay una prioridad clara para los dos próximos partidos: "El fútbol es y sigue siendo un deporte de resultados. Y tenemos que conseguir los resultados lo antes posible".
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