Redadas en Alemania contra grupo de activistas climáticos

Múnich, 24 may (dpa) - Agentes de la Policía alemana y funcionarios de la Fiscalía registraron hoy propiedades de miembros del grupo ecologista "Letzte Generation" (Última Generación) en siete estados federados.


Un total de 15 propiedades fueron registradas por la mañana desde alrededor de las 7:00 horas (0500 GMT), según informaron la Fiscalía General de Múnich y la Oficina Estatal de Policía Criminal de Baviera.


La redada está relacionada con numerosos cargos penales presentados contra miembros del grupo desde mediados del año pasado, con siete sospechosos de entre 22 y 38 años acusados de formar o apoyar una organización criminal.


La Fiscalía acusa a los activistas de organizar una campaña de recaudación de fondos para financiar nuevos delitos del grupo, en el marco de la cual lograron reunir al menos 1,4 millones de euros (1,5 millones de dólares).


Otros activistas de la protección del clima reaccionaron con duras críticas. El grupo Ende Gelände criticó en Twitter que se estuvieran llevando a cabo redadas contra "quienes advierten de la crisis climática y no contra sus responsables".


La propia Última Generación se preguntó en Twitter cuándo se iban a asaltar las estructuras de los grupos de presión y a embargar los "fondos fósiles del Gobierno".


Se registraron propiedades en los estados de Hesse, Hamburgo, Sajonia-Anhalt, Sajonia, Baviera, Berlín y Schleswig-Holstein.

Además, se cerró la página web del grupo por orden de la Fiscalía, agregó un portavoz de la Policía, que desplegó unos 170 agentes en todo el país.


En Alemania, Última Generación ha bloqueado repetidamente el tráfico en Berlín y otras urbes en su campaña para presionar en favor de medidas más contundentes contra el calentamiento global.


Entre otras cosas, los activistas de Última Generación exigen que el Gobierno alemán presente un plan para alcanzar el objetivo internacional de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados en comparación con la época preindustrial.


En las últimas semanas, los activistas enfrentaron resistencias y críticas más duras. Conductores cansados de esperar en rutas bloqueadas golpearon y patearon a los manifestantes.


Asimismo, un tribunal regional confirmó por primera vez la sospecha inicial de que el grupo podría ser una organización criminal. Esta semana, el canciller Olaf Scholz también se mostró muy crítico y calificó de "completamente disparatadas" las protestas en las que los activistas se pegan al asfalto o a obras de arte.