Escasez récord de mano de obra cualificada en la industria suiza

 SWISSINFO - MARY VAKARIDIS

Para seguir impulsando su crecimiento, la empresa MPS Micro Precision Systems, con sede en Berna, necesita urgentemente contratar especialistas. Todo el sector se encuentra en esta misma situación, que lastra las ventas en un momento en que la demanda es máxima.

“Aquí es donde fabricamos las piezas para los sistemas que vende la empresa”. Fabio Mazzu se acerca a una máquina rectangular grande que funciona a pleno rendimiento en un taller de la empresa MPS Micro Precision Systems, con sede en Bienne, en el cantón de Berna. “A la entrada hay barras de acero o acero inoxidable de tres metros de longitud. Los segmentos se cortan y trabajan siguiendo un patrón programado por ordenador. A la salida obtenemos, por ejemplo, estas tuercas con un diseño muy sofisticado. Su precisión está garantizada hasta 10 micras, el equivalente a la décima parte de un cabello”.


Fabio Mazzu es el responsable de fabricación en el sector del mecanizado. Un puesto clave en esta empresa conocida en todo el mundo por la calidad de sus productos y su servicio personalizado. Sus aplicaciones van desde la industria aeroespacial hasta la médica, pasando por la relojería y los semiconductores. Detrás de Fabio Mazzu, en la sala se escucha el zumbido de una docena de aparatos naranjas de Tornos, histórico fabricante de máquina-herramienta del Jura bernés. “Nos faltan sobre todo torneros. Son polimecánicos especializados en fabricar piezas metálicas complejas”, explica.


El trabajo consiste en elaborar el programa para la máquina de control numérico, tras haber diseñado el proceso de fabricación. Después hay que seleccionar las herramientas que se colocan en la máquina y afinar los ajustes. En MPS hace meses que falta mano de obra y —como consecuencia— cada persona empleada tiene que supervisar entre cinco y seis tornos, en vez de dos. “Esta sobrecarga, evidentemente, genera estrés. Tenemos que estar cerca de los equipos y escucharlos para evitar problemas como el burnout”, prosigue Fabio Mazzu.


Oficios específicos de la región

La falta de mano de obra en la industria penaliza la competitividad del comercio exterior suizo, que representa alrededor del 40 % del PIB del paísEnlace externo, una proporción que hace que Suiza dependa mucho de este sector.  Según la Oficina Federal de EstadísticaEnlace externo, la industria y las herramientas (con el 27 %) y la relojería (con el 10 %) representan en conjunto más de un tercio de las exportaciones suizas, el 37 % (son cifras de 2021). Las ventas al exterior de este sector siguen a las de los productos farmacéuticos y químicos —con casi la mitad del valor de las ventas totales—, tradicionalmente el primer sector de las ventas suizas al extranjero.


Con una plantilla de 475 personas, MPS prevé aumentar su volumen de negocio de 75 millones de francos en 2022 a 85 millones en el ejercicio actual. La demanda —impulsada por el efecto de recuperación que ha seguido a la pandemia de COVID-19— es muy grande y genera que las ventas crezcan alrededor de un 13 %. Para alcanzar este objetivo en el plazo previsto, la empresa necesita cubrir unos veinte puestos ahora vacantes.


El perfil más buscado es el de polimecánico especializado en decoletaje, con certificado federal de competencia y varios años de experiencia. “En ningún otro lugar que no sea el arco del Jura suizo y francés existe este tipo de profesión. Y no tiene sentido intentar contratar personal en otros lugares de la Unión Europea. El único modo de resolver el problema es formar a más gente, ya sean jóvenes al final de sus estudios, ya sean personas que buscan un cambio de rumbo en su vida profesional”, afirma la directora general de MPS, Nicola Thibaudeau.

Las empresas buscan especialistas

La demanda de personal en el nicho del decoletaje está en máximos históricos, tal y como demuestra el portal de empleo Jobup. La industria suiza, en abril de 2023, demandaba 1 550 especialistas en polimecánica. La competencia entre las empresas es grande. “Es esencial ofrecer perspectivas de desarrollo dentro de la empresa, al tiempo que las condiciones marco se mejoran, por ejemplo, flexibilizando los horarios de trabajo y la posibilidad de coger vacaciones”, dice Nicola Thibaudeau.  


Benoit Fontaine, director de Job Watch —agencia de contratación especializada en relojería y microtecnología con sede en Yverdon-les-Bains—, en los últimos 15 años nunca había visto tanta escasez en la región del Jura, el corazón de la industria suiza de alta precisión. “Actualmente hay casi 700 puestos vacantes, frente a 350 en la misma época de 2019, antes de la pandemia de COVID-19. Los oficios más buscados se corresponden con toda la cadena de fabricación de piezas, desde programadores de control numérico hasta mecánicos de mecanizado”, subraya.


Swissmem ha publicado el testimonio de Alain Kiener, de Bieri HydraulikEnlace externo, en Liebefeld, en el cantón de Berna. Este jefe de producción explica que ahora es casi imposible contratar especialistas por la vía tradicional. Dice que “para contratar a un profesional, todo el equipo tiene que recurrir a sus contactos personales”; y defiende la posibilidad de contratar a personas que no se ajusten al 100 % al perfil para luego formarlas. Se hace hincapié en el potencial de integración y en las ganas de aprender. “La imagen de la empresa y el interés de los proyectos son determinantes para atraer a trabajadores excesivamente solicitados”, cuenta Nicola Thibaudeau.

Renovar la imagen de los oficios técnicos

Pero ¿cómo se ha llegado a semejante escasez? “Es sencillo: en los últimos diez años las empresas no han formado suficientes especialistas. Contratar aprendices requiere esfuerzos por parte del empresariado y, si bien algunas empresas se comprometen plenamente en esta tarea, otras prefieren no hacerlo. El resultado es que, en cuanto la demanda aumenta, la reserva de competencias se agota”, responde Dominique Lauener. 


Presidente de la asociación de fabricantes de decoletaje y torneados, Lauener en 2013 impulsó la puesta en marcha del centro de aprendizaje técnico del arco del Jura (CAAJ) en Moutier, en el cantón de Berna, y en La Chaux-de-Fonds, en el cantón de Neuchâtel. El CAAJ ofrece un doble programa de aprendizaje para los oficios de tornero y mecánico. Los industriales de la región de manera unánime han dado el visto bueno a este avance.


Swissmem, por su parte, pide al sector que mejore la imagen de los oficios industriales. De hecho, para promover la industria y apoyar la formación, esta asociación ha puesto en marcha las plataformas Fascination techniqueEnlace externo y find-your-futureEnlace externo. Y la industria lanza un mensaje que dirige en especial a las jóvenes —muy poco representadas en el sector—, a quienes les dice que los bancos de trabajo grasientos han dado paso a sistemas totalmente informatizados.


Para Nicola Thibaudeau, de MPS, estos esfuerzos van en la buena dirección. Esta ingeniera aeronáutica de formación considera que la pelota está en el tejado de la industria y —contrariamente a lo que cree la opinión popular— no reclama nada a las autoridades. “Nos corresponde a las empresas resolver el problema. Tenemos que movilizarnos para mejorar la imagen de los empleos de producción y destacar las oportunidades de formación”.


Texto adaptado del francés por Lupe Calvo