Cien años del Día de la Madre en Alemania: el peso de la moral

Por Christine Cornelius (dpa)

Berlín, 13 may (dpa) - Cuando los eslóganes publicitarios se vuelven más insistentes en los escaparates de las tiendas de flores, los niños en las guarderías hacen corazones y en la tele se ve a madres radiantes de felicidad es porque estamos en vísperas del Día de la Madre.


Este año cae el 14 de mayo. Hace cien años, en 1923, se celebró por primera vez en Alemania. Su origen está en Estados Unidos, pero entonces no se trataba de una fecha comercial, sino de los derechos de las madres y de feminismo. El Día de la Madre tal como lo conocemos hoy recibe muchas críticas.


"Sobre las madres aún sigue pesando muy fuertemente la expectativa social de que deben centrarse en sus hijos porque de lo contrario no son buenas madres", dice la investigadora Désirée Waterstradt, de la Escuela Superior de Pedagogía de Karlsruhe.


"El Día de la Madre es un símbolo de ello, del peso moral que recae sobre ellas". Añadió que hoy en día las madres están tan centradas en sus hijos que están abrumadas. En relación al papel de los padres, dijo: "Algo está cambiando pero no tan rápido como creemos".


Cada tanto también mujeres famosas se manifiestan sobre los aspectos difíciles de la maternidad. La cantante alemana Stefanie Kloss dijo hace poco en el programa "Sing meinen Song": "Las madres están muy fuertemente en el foco". Se espera tanto de ellas, a pesar de que ellas mismas ya esperan mucho de sí mismas, agregó.


"No hay un manual que indique cómo ser una madre perfecta. No importa cuántas guías de crianza haya. Cada día tienes que aprender de nuevo qué significa, para tí, ser una buena madre", explicó.


La actriz Wolke Hegenbarth habló en una entrevista con la revista "Der Spiegel" de cómo se sintió terriblemente sola en el tiempo que estuvo con su bebé. Las historias siempre terminan con que la madre tiene un hijo y es feliz. "Pero de lo que pasa después no se habla". Añadió que desea que haya más empatía, sobre todo entre madres.


Judith Holofernes, que encabezó la banda Wir sind Helden, describe en su libro "Die Träume anderer Leute" (Los sueños de otras personas) cómo padecía entre las expectativas y la realidad con los niños pequeños. "Iba a funcionar. Pero, ¿cómo? Con niños o sin niños iba a ser la chica aplicada y eficiente en la que tanto había trabajado".


Salir de gira con hijos no fue tan fácil como pensaba y reconoce que la dejaba agotada.


"En las sociedades occidentales hay cierta crítica taimada en referencia a las madres, pero el trato que se les da y cómo se sienten ellas no se cuestiona", dice Waterstradt. "El Día de la Madre es una expresión de la consciencia sucia. Se calma con flores, chocolates y demás una vez al año. Pero eso es todo".


Hoy en día muchas personas se preguntan cómo pueden encarar el Día de la Madre de una manera más adecuada a los tiempos que corren. ¿Es necesario aún?


"Creo que deberíamos convertir el Día de la Madre en el Día de los Progenitores, porque de lo contrario se le atribuye a la madre una responsabilidad que ella sola no puede asumir", dice el investigador de familia y educación Wassilios Fthenakis.


También el Día del Padre se puede transformar en ese sentido. "El Día de los Progenitores como día del amor, del compartir, de la comprensión y del respeto". Ninguna sociedad puede subsistir sin progenitores. "Con un modelo no cubriremos toda la diversidad pero sí el espíritu que hay detrás".


Fthenakis subraya que las mujeres no pueden ser reducidas a su papel de madres. "El Día de la Madre genera presión en las mujeres que durante el día no tienen tiempo de ocuparse de sus hijos".


El investigador agregó que con el Día de la Madre la sociedad le dicta a la mujer cómo debe ser: "El Día de la Madre es un instrumento de estandarización".


Waterstradt se mostró escéptica sobre esta idea del Día de los Progenitores.


"Durante un tiempo yo también creí que era una buena idea. Pero el gran peligro hoy con esto es que uno se quiere sentir muy moderno y entonces simplemente oculta las diferencias evolutivas, históricas y actuales entre maternidad y paternidad", explicó.


Waterstradt agregó que un padre puede decidir si quiere ser cooperativo, cariñoso y centrarse en sus hijos y si decide no serlo, la sociedad no se lo toma a mal. "Para las madres eso es completamente diferente", dijo la investigadora.


Desde el punto de vista de Waterstradt, las madres deberían volver a centrarse en los orígenes del Día de la Madre. "Necesitamos otra vez un movimiento de madres y tenemos que reflexionar sobre la maternidad".