Fráncfort, 25 may (dpa) - El producto interior bruto (PIB) de Alemania se contrajo un 0,3 por ciento en el primer trimestre del año, con lo que sumó dos trimestres negativos consecutivos y entró por tanto en una recesión invernal, informó hoy la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
Destatis revisó así a la baja una primera estimación en la que había establecido un estancamiento del PIB en los tres primeros meses del año.
Si la producción económica se contrae durante dos trimestres consecutivos, los economistas hablan de recesión técnica. Esto no significa, sin embargo, que todo el año se mantenga en recesión.
Los peores escenarios que habrían supuesto un gran lastre para la economía, entre ellos una escasez de gas, no se cumplieron gracias sobre todo a un invierno suave en el país.
Sin embargo, "la subida masiva de los precios de la energía pasó factura en el semestre invernal", declaró Jörg Krämer, economista jefe del Commerzbank.
El consumo privado no logró sostener la economía frente a las elevadas tasas de inflación. Según las cifras revisadas, los hogares gastaron menos en alimentos y bebidas, así como en ropa y calzado y en mobiliario en el primer trimestre de 2023 que en el trimestre anterior.
"Cuando todo se vuelve más caro, la gente empieza a ahorrar", señaló Thomas Gitzel, economista jefe de VP Bank.
Además, se compraron menos coches nuevos, ya que el Gobierno dejó de conceder subvenciones para la compra de modelos híbridos enchufables (con motor de combustión y motor eléctrico). También se redujeron las primas a los vehículos eléctricos.
Aunque la tendencia al alza de los precios se debilitó últimamente, la tasa de inflación anual del 7,2 por ciento registrada en abril sigue siendo alta. El Bundesbank espera que la tasa disminuya muy gradualmente.
Según Destatis, los impulsos positivos en el primer trimestre procedieron de las exportaciones y las inversiones.
Las exportaciones "made in Germany" se beneficiaron de las mejoras en las cadenas de suministro, que permitieron a las empresas enviar más mercancías. Las inversiones en construcción aumentaron, debido en parte al clima favorable, al igual que las inversiones de las empresas en maquinaria, dispositivos y vehículos.
El instituto de investigación económica Ifo apuntó recientemente que el ánimo de la economía germana se nubló en mayo por primera vez en seis meses. "La economía alemana mira al verano (europeo) con escepticismo", declaró el presidente del Ifo, Clemens Fuest.
"El crecimiento seguirá en el filo de la navaja entre un ligero crecimiento y el avance de la recesión en el segundo trimestre", continuó por su parte Gitzel. El experto calificó de sombrías las perspectivas para el segundo semestre del año, afirmando que para entonces se habrán agotado los efectos de recuperación en la industria.
"De momento no hay luz al final del túnel económico", apuntó Christoph Swonke, economista del DZ Bank.
Pero las opiniones difieren. El Instituto Alemán de Investigación Económica DIW espera que el consumo privado y, por tanto, la producción económica en su conjunto, se recuperen significativamente a lo largo del año.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el crecimiento económico alemán rondará el estancamiento en 2023.
El FMI es así más pesimista que el gobierno del canciller Olaf Scholz, que prevé un aumento del PIB del 0,4 por ciento. Por su parte, la Comisión Europea pronosticó un crecimiento económico del 0,2 por ciento para Alemania.
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