Xabi Alonso eleva al Leverkusen a otro nivel y recuerda a Guardiola

Por Holger Schmidt (dpa)

Leverkusen, 12 abr (dpa) - Cuando habla, Xabi Alonso a veces se parece al gran Pep Guardiola, ya sea a través de detalles como la expresión "súper, súper" cuando se refiere a jugadores o clubes o por el amor al fútbol y a la táctica que se percibe en sus palabras.


Ambos técnicos se conocen y se estiman desde hace años, especialmente desde que compartieron tiempo en el Bayern, cuando Alonso aún era un jugador a las órdenes de Guardiola.


Y si Guardiola realmente elimina al Bayern Múnich de la Liga de Campeones con el Manchester City tras el 3-0 del partido de ida, el Leverkusen en la Europa League sería la última esperanza alemana de trofeo europeo.


La manera en que tanto el entrenador como su equipo evolucionaron hace que lograr el segundo título más importante de Europa no sea una utopía, tras ganar los últimos siete partidos y saltar en la Bundesliga del puesto 17 al 6.


Y los jugadores adoran a su técnico. "Realmente hace un buen trabajo", dijo el capitán Lukas Hradecky. Y el argentino Exequiel Palacios, único actual campeón mundial en el fútbol alemán, señaló con mucho respeto: "De Xabi Alonso aprendo cada día".


A su vez el vasco se siente "muy bien y satisfecho" después de medio año en el club. "Disfruto de cada partido", sostuvo.


Que Alonso llegara en 2014 a Alemania, al Bayern Múnich, tuvo mucho que ver con su admiración por Guardiola. "Pep está adelantado a su tiempo", señaló entonces. Hoy en día dice: "Es una influencia para cualquier entrenador. Estoy feliz de haber podido trabajar con él".


Guardiola, por su parte, dijo aquella vez: "Apuesto a que será entrenador donde quiera. Y será bueno". Y José Mourinho, que entrenó a Alonso en el Real Madrid, señaló: "Me recuerda a Pep Guardiola. En el campo ya se ve como un entrenador".


Por eso no es casual que tanto Mourinho como Guardiola y el Bayern Múnich intentaran contratar a Alonso como segundo entrenador. Pero él quería aprender como titular desde abajo y dio sus primeros pasos en las formativas del Real Madrid y en el equipo filial de la Real Sociedad.


Quizá la mayor diferencia con Guardiola a primera vista sea que mientras este adora el espectáculo y la maniobra táctica, Alonso es totalmente pragmático. "No es necesario jugar de manera espectacular", repite una y otra vez a sus jugadores. Y justamente esa concepción hace que el equipo, antes siempre en busca de equilibrio, ahora sea completamente estable.


"No es bueno basarse demasiado en las emociones", dijo Alonso. "Tenemos que controlar nuestra cabeza". Ese "control emocional" es su concepto favorito y aparece en casi toda rueda de prensa.


Que esto no necesariamente se produce a costa de la ofensiva lo demuestra el hecho de que ningún entrenador del Leverkusen logró más goles que Alonso. Y eso a pesar de que casi siempre falta el goleador Patrick Schick.


Pero el técnico, de 41 años, no se deja llevar por su fama y su potencial. Trabaja mucho y nunca se queja. Ni de su trabajo ni de los lesionados. Y siempre encuentra el término medio adecuado. Es ambicioso, pero no obstinado. Es consciente de sí mismo, pero nunca arrogante. En resumen, ya se trata de un entrenador fuerte con gran perspectiva.